Acceso a la salud de las personas trans

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“La importancia del respeto a la identidad de género de las personas trans viviendo con VIH desde los servicios de salud”
A partir de mi práctica en el servicio social del Hospital de Infecciosas Francisco Muñiz durante el año 2010 pretendo analizar de forma crítica tanto la intervención del servicio social como los discursos que versan sobre las diferentes identidades de las personasinternadas en las salas de varones y mujeres. Durante mi pasaje en el centro de prácticas puse especial atención a determinadas situaciones problemáticas que se dieron en la sala de mujeres viviendo con VIH y la guardia del servicio social así conversaciones que fueron surgiendo dentro del servicio y otras informales con mi referente.
Para este ateneo, escogí una situación problemática particularque tiene por protagonista a una jóven trans[1] internada en la sala de hombres viviendo con VIH. Intentaré generar preguntas y cuestionamientos acerca de la intervención del servicio social y del Hospital en general sobre personas que no peternecen a identidades de género hegemónicas y cómo esta intervención influye en los procesos de salud-enfermedad de dichas personas.
Para dar cuenta de miposición teórico-metodológica sobre la temática, utilizaré herramientas brindadas por autoras vistas en la materia antropología social II, cátedra Grimberg como Victoria Barreda y Josefina Fernández, las elegí por estar inmersas en el campo de la salud y por sus antecedentes en trabajos comunitarios con población trans. Además utilizaré argumentos brindados por Marcela Romero, presidenta de ATTA(Asociación de travestis y transexuales de Argentina) ya que compartiendo con ella un espacio de militancia comprendí la emergencia y la situación de alta vulnerabilidad en la que se encuentra la población trans hoy en día en nuestro país.
Reseña de la historia social:
Camila tiene 26 años, emigró de Perú hace 6, entra a la guardia del Hospital Muñiz por un cuadro de tuberculosis agravado porconvivir con el virus del VIH sin tratamiento. Durante la entrevista, describe estar en una situación de prostitución desde hace 6 años. Vive con una amiga, que fue la que la trajo a la guardia del hospital. Tuvo el diagnóstico de VIH hace 5 años, presume que contrajo el virus por una situación de violación mientras se encontraba ejerciendo la prostitución en la calle. Desde ese episodio refiere haberintentado suicidarse dos veces. En sus 5 de años de saber que convive con el virus nunca adhirió al tratamiento. Camila, tiene la primaria y la secundaria completas, refiere querer ingresar en la facultad pero expresa tener miedo a que la discriminen.

Breve reseña de la intervención profesional:

La trabajadora social de guardia llama a la paciente por su nombre masculino, en la parte dediagnóstico social del informe social escribe: “depresión por problemas con su orientación sexual” Se refiere a su situación de prostitución como un trabajo “elegido gustosamente” por la paciente. Utiliza la palabra contagio para referirse a una infección.[2]

Cuando la vulnerabilidad social lleva tacones:

Según Victoria Barreda el promedio de vida de una persona trans no alcanza los 35 años, laalta mortalidad dentro de los grupos trans está relacionada a la prevalencia del VIH y las dificultades que enfrentan a la hora de la realización del testeo y el ingreso tardío que tienen en los centros asistenciales, es decir, que cuando ingresan al hospital, lo hacen en un estado ya avanzado de la enfermedad.[3]

Me gustaría resaltar esto último, ya que considero que es allí donde radica larelevancia de nuestra intervención tanto desde lo preventivo-comunitario como desde lo inmediato cuando actuamos desde el equipo de salud. Siguiendo a Barreda, al abordar la problemática de las comunidades trans y el VIH se deben revisar diferentes cuestiones, desde las “menos importantes”, como por ejemplo, si se las debe llamar por el nombre que figura en sus documentos de identidad hasta las...