Acceso a la vivienda para inmigrantes

Acceso a la vivienda para los inmigrantes.

La integración es un proceso en el que necesariamente deben involucrarse las instituciones que pertenecen a la sociedad de acogida, las personas que han venido a nuestro país y los propios individuos de la sociedad receptora.
El papel que nos corresponde es el de quien recibe a otros , participando en proceso que debería resolverse de forma pacíficay fecunda inserción o integración.

Existe una multidimensionalidad de nuestro papel en el escenario de la inmigración, ya que como dice Jordi Sierra en “La piel de la memoria”, “todos somos hijos de un mismo cielo”.
Partiendo de esta perspectiva la primera dimensión de nuestro papel es la de tomar a los inmigrantes como a seres humanos, teniendo en cuenta no solo abstractamente la dignidadque por su condición humana les es propia , sino también las condiciones materiales y relacionales que hacen posible el mantenimiento de esa dignidad.

En este trabajo me voy a centrar principalmente en esas condiciones materiales y relacionales que son indispensables, en el que el punto principal es el acceso a una vivienda digna.
La Constitución española, en su artículo 47, promulga el derechode todos los ciudadanos del Estado a una vivienda digna y adecuada, estableciendo que las administraciones han de velar por hacer efectivo este derecho.
También el artículo 25.1 de La Declaración de los Derechos Humanos es claro en este aspecto; “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia , la salud y el bienestar, y en especial la alimentación ,el vestido , la vivienda , la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros de desempleo , enfermedad , invalidez , viudez, vejez u otros casos pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.”

Quien carece de vivienda, carece de un espacio propio en el que vivir dignamente sus relaciones. Y así la falta deeste espacio físico, o las malas condiciones de este repercute de forma directa y se convierte para el individuo en una marca de inferioridad y tiende a frustrar sus intentos por mantener una vida normalizada. Sin una vivienda digna, ningún ser humano se podrá desarrollar ni desenvolver en ninguna de las facetas de la vida cotidiana, ya sea trabajar, relacionarse con sus iguales...

A pesar deesta declaración constitucional, la vivienda no es un derecho garantizado,
sino que constituye una fuente de riqueza para quien tiene algo que vender o alquilar.
Hoy por hoy, la idea de que los poderes públicos deben garantizar el derecho al acceso a
una vivienda digna, aunque figura en la Constitución, no es una realidad exigible. En
otras palabras, la vivienda no ha alcanzado la consideraciónde bien social como la
sanidad, la educación o la cobertura social (pensiones, desempleo o enfermedad), sino
que es considerada por todos una mercancía y, por tanto, la población no se moviliza
para exigir viviendas públicas.

En consecuencia, la política de vivienda es uno de los ámbitos más débiles en los
estados del bienestar. Y aún es más débil en el caso español, donde la mayoría de lapoblación es propietaria de una o varias viviendas, por lo que cualquier política que
pretenda disminuir los derechos de la propiedad para responder a las necesidades de una
minoría de población que aún no posee una vivienda, jóvenes, separados y recién
llegados básicamente, encontraría una férrea oposición en el conjunto de la ciudadanía.

Por este motivo, no extraña, que las políticas devivienda aplicadas en los consecutivos
Planes de Vivienda realizados en el país durante los últimos años se hayan limitado a
subvencionar la compra de vivienda a las clases solventes de la población sin abaratar el
precio medio de la vivienda, un efecto que provocaría antipatía política; mientras que se
ha excluido una política orientada a los colectivos con menos recursos, no rentables...