Acerca De Un Ensayo De Susan Sontag La Estética Del Silencio
ACERCA DE UN ENSAYO DE SUSAN SONTAG
LA ESTÉTICA DEL SILENCIO
Gonzalo Contreras
En “La estética del silencio”, ensayo publicado en 1967, Susan Sontag define los objetivos éticos y estéticos del arte moderno, según los cuales la tarea del artista, considerada como “actividad absoluta”, en su búsqueda por expandir los límites de la conciencia humana debe forzosamente concluir en elsilencio, la abstracción total, la total autonomía del mensaje y, finalmente, la ruptura del propio instrumento. Este texto, muy “de época”, es sin embargo un buen punto de partida, argumenta Gonzalo Contreras, para hacer un análisis del estado actual del arte y del quiebre dramático con los motores vitales que movilizaron la creación artística durante toda la llamada modernidad.
usan Sontag esuna de las intelectuales americanas más leídas y comentadas hoy en día. Sus dos últimos libros ensayísticos, La enfermedad y sus metáforas y El Sida y sus metáforas, lúcidas y originales aproximaciones al tema de la patología y su consecuencia social, han puesto otra vez de actualidad a esta escritora que parecía haber hecho su cosecha en las décadas del sesenta y setenta. Porque resulta por lomenos curioso que un
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GONZALO C ONTRERAS. Escritor y periodista. Autor de La Danza Ejecutada (Ediciones Paralelo, 1986) y La Ciudad Anterior (próxima a aparecer). Colaborador literario de diversas publicaciones.
Estudios Públicos, 42 (otoño 1991).
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ESTUDIOS PÚBLICOS
pensamiento que gastó su artillería en las batallas de aquella época, haya logrado penetrar indemne a lacontemporaneidad. Este es sin duda el caso de Susan Sontag. Por cuestiones de estilo, la Sontag suele ser catalogada como una figura paradigmática del intelectual americano de la época beat. Este espécimen, hoy en franca retaguardia, que subsiste acaso como dato de época a través de algún melancólico personaje de una película del cine cult americano, fue una de las producciones más arquetípicas de lavoluble cultura del país del norte. El intelectual “radical”, contestario, el desvelado de la justicia en el mundo, ese objeto impuro, americano y dotado a la vez de un palpitante corazón de izquierda, en fin, ese intelectual que Paul Johnson delezna, un artículo suntuario de la cultura occidental, pero no por ello menos vicioso y corruptor. Susan Sontag enarboló todas las banderas de lucha de sugeneración: pacifismo a ultranza, antiamericanismo visceral como prueba de su genuina mala conciencia, proselitismo sexual, sentimentalismo tercermundista, vanguardismo en materia de arte, iluminismo en materia política y una ofuscación terminal ante cualquier forma de poder. A la luz de los hechos y las ideas que hoy se transan en el mercado, muchas de estas proposiciones pueden parecervoluntaristas, frívolas, ingenuas y hasta mendaces. Sin embargo, ¡qué nostalgia de aquella época! (Un mundo inteligible y básicamente bien compartimentado.) Los intelectuales del mundo cerrando filas, al parecer, junto a los más débiles, y los poderosos del mundo arrinconados en su lóbrega soledad. Esas tensiones, al menos expresadas de ese modo, hoy no existen y ha sido necesario un gran valorintelectual para escapar a los maniqueísmos de la hora. En el caso de Susan Sontag, fue su genuina y esencial “radicalidad” lo que le permitió salir airosa de esa enrarecida atmósfera. Se trata sin duda de una de las voces más resueltas, independientes y vitales que ha producido Estados Unidos en las últimas décadas. Muy tempranamente mostraba sus reservas acerca del “nihilismo civilizado” de Camus yosaba calificarlo como escritor mediocre, y como pensador, “un epígono extraordinariamente talentoso y culto”. Escribe en contra de la “tosquedad” de Lukács, cuando éste era la referencia obligada de la crítica literaria, y dispara contra “las obviedades superfluas y la suntuosa vanidad” de Ionesco. Si de Brecht dice que es “didáctico”, Arthur Miller “escribe como una caricatura de publicación de...
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