acondicionamientos


La figura femenina medieval,
entre sagrada y profana1

Silvana Irimia


Índice


Introducción ………………………………………………………… 2
Antecedentes. La mujer pre-cristiana
La mujer como santuario de lo extraño ……………………………… 2
Figuras femeninas en el Cristianismo
Eva. La tentadora …………..……………………………………………. 4
María. La virgen madre ……………………………………… 5Magdalena. La pecadora arrepentida ……………………… 5
Fenómenos femeninos en el marco cristiano
Misticismo y cuerpo femenino.
Las místicas……………………………………………………… 6
Corporalidad de la mujer y corporalidad de Dios …………… 7
El cuerpo de Cristo como cuerpo femenino …………………. 7
Demonización del cuerpo femenino
La mujer y Satán……………………………………………………… 8
Poseídas y brujas………………………………………… 8
La mujer y la mortalidad del cuerpo ………………………… 10
Miedo a la mujer y Misoginia cristiana.

Marginalización de la mujer y sacralización
del cuerpo femenino como ideal abstracto ………………………………… 11

La figura femenina medieval, entre sagrada y profana.

Introducción

La mujer figurada durante la Edad Media recogió y acrecentó distintos atributos que yaanteriormente habían sido asociados a lo femenino. La mujer aparece como un territorio dicotómico, escindida entre el pecado y la virtud, entre aquello que genera la vida y aquello que provoca la muerte. Se la asocia al misterio de la naturaleza, en sus dos caras, la cíclica y la imprevisible. Como menciona Jean Delumeau, en “El miedo en Occidente”, desde la antigüedad coexisten asociaciones ambiguasa la figura femenina. Ella es fecunda, nutricia, abundante y está implícita su esencia en cada acto creativo, y al mismo tiempo es destructora, estéril, y exigua. Distintas figuras a lo largo de la historia aparecen como representaciones de estos discursos: de las Diosas madres a las Diosas de la muerte, de la Virgen María a Eva, de las Místicas a las Brujas.
Caroline Walker Bynum en “El cuerpofemenino y la práctica religiosa en la Baja Edad Media” examina el nuevo estatus religioso que adquiere el cuerpo femenino en la figura de las Místicas. La autora expone la construcción medieval de un cuerpo femenino que ya no es la simple encarnación del pecado, sino que es visto como sagrado, como vía de acceso a la divinidad; y se pregunta por la paradoja de este cuerpo, sede de fertilidad yencuentro místico, al tiempo que sede de tentación y descomposición. Siguiendo este último camino, Delumeau profundiza en la visión negativa sobre la mujer (sexual y pecadora, mortal y repulsiva) que es llevada al extremo por una tradición cristiana misógina, y proyectada en la figura de la Bruja. Es en estos discursos de demonización de la mujer, en los que se apoya la Caza de Brujas perpetradapor la Inquisición.
En los siguientes capítulos propongo un recorrido por las distintas representaciones de esta ambigüedad respecto de lo femenino, a fin de poder esclarecer las posibles razones del nacimiento de tales asociaciones, así como la dinámica de poder que velan – y develan-.

Antecedentes. La mujer pre-cristiana.

La mujer como santuario de lo extraño

La figura femenina ha sidoasociada a lo largo de la historia tanto con la fertilidad de la naturaleza (el misterio de la vida), como con la certidumbre de la muerte. A partir de esa ligazón de la mujer con el misterio, con lo oculto e inexplicable, que asombra / fascina y al mismo tiempo asusta / es desdeñado, se gestan toda una serie de representaciones femeninas que encarnan desde la ternura del principio materno, hastael temor reverencial del principio creativo destructivo que se evidencia en la diosa Kali2.
El cuerpo de la mujer se revela como sede de esos misterios, con su fisiología ligada a las lunaciones. Por este lazo con el ciclo de la mujer, la Luna siempre ha sido considerada como femenina, y ha sido esencia de numerosas deidades y uno de los motivos mitológicos de mayor relevancia. La luna está...