Acordes
APELLIDO: Peña Ruiz
MATERIA: artes
FECHA: 10/11/09
BODEGÓN
Sin duda la naturaleza muerta española —el bodegón, como suelellamarse con denominación ya universal, a cualquier pintura de objetos inanimados, flores, frutas, objetos, animales muertos acompañados a veces por algún personaje humano— tiene personalidad bien singulary responde a una concepción en cierto modo distinta de lo italiano, flamenco, holandés o francés contemporáneo. Una sensibilidad humilde y grave, profunda e impregnada de un sentimiento casireligioso, que ordena los objetos con valor de trascendencia, es lo que hay de nuevo y personal en los primeros artistas españoles de este género, que parece, en ocasiones, tener un carácter casi religiosoque a nosotros, menos familiarizados con el lenguaje de los místicos y con las inmediatas metáforas cotidianas de los escritores ascéticos como Fray Luis de Granada, Teresa de Jesús o Juan de Ávila, senos escapan tantas veces. No es seguramente casual que algunas series de bodegones españoles procedan de clausuras conventuales, que hoy todavía se encuentren en sacristías catedralicias y que su másgenial creador, Juan Sánchez Cotán, fuese fraile cartujo.
Pero no debe olvidarse tampoco que, a través de los textos contemporáneos, nada se nos dice de ese posible valor trascendente o simbólico deun género del que se elogia tan sólo el virtuosismo en el representar lo inanimado y cuyos cultivadores sólo se recogen y mencionan si, además, han destacado en alguna otra cosa. Así, de Van derHamen, maestro singular en el género, elogia Palomino las obras religiosas y se refiere de pasada a sus «bodegoncillos», al igual que hace con Sánchez Cotán, de quien alude a su habilidad «en pintarfrutas». De Burgos Matilla, o de Francisco Palacios, discípulos amigos de Velázquez, nada refiere de su producción como bodegonistas, única, o poco menos, que hoy conocemos, mientras que elogia sus...
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