acoso
Se denomina acoso sexual callejero a las formas naturalizadas de acciones o palabras no deseadas que miles de mujeres padecen a diario y vienen de la boca de hombres desconocidos. Para la mayoría, este acto puede encuadrarse bajo la figura del famoso piropo, pero con el tiempo esto ha cambiado y una muy delgada línea divide lo que puede llegar a ser unhalago para la mujer y una agresión hacia su persona. Es importante que la sociedad y sobre todo las mujeres conozcan esos límites y cómo defenderse a este ataque.
El piropo está inscripto en una frase o palabra construida con carisma, picardía y hasta cierta inocencia. En cambio el acoso callejero es un tipo de interacción con contenido sexual, en gran parte relacionado al cuerpo de la‘’victima’’. Su ejercicio implica diferentes prácticas como silbidos, comentarios sexualmente explícitos, miradas fijas, cierre del paso, exhibicionismo, manoseo, masturbación, seguimiento (en auto o a pie), sonidos, ofensas verbales, entre otros. Cualquiera de estas manifestaciones es considera acoso.
Las reacciones pueden ser variadas, aunque su gran mayoría no contestan por temor. Provoca vergüenza, coraje eindignación. El factor en común de todas es el hecho de sentirse incomoda e intimidada.
El acosador callejero no está autorizado y casi nunca es correspondido en su actuación. Genera un entorno social hostil, y tiene consecuencias negativas para quien la recibe. Muchas veces implica desequilibrio en las relaciones de poder y ocurre en diferentes medios. Ellas pueden experimentar la sensación deperder el control, esto es normal debido a que se sienten desprotegidas ante la amenaza de un desconocido. Disminuye su autoestima e incrementa la inseguridad en sí misma, sin contar la desconfianza que esto les genera hacia hombres ajenos a su entorno.
Esto lleva a muchas a elegir cambios de ruta, horarios distintos de entrada y salida a sus hogares, salidas en compañía, cambio en la vestimenta,cambios en sus empleos (en caso se realicen a horas consideradas peligrosas), retraimiento en el espacio público en general, etc.
Estas prácticas revelan relaciones de poder entre géneros, ya que son realizadas sobre todo por hombres y recaen fundamentalmente sobre mujeres, en la mayoría de casos desconocidas para ellos. Las realizan hombres solos o en grupo. No se trata de una relaciónconsentida, sino de la imposición de los deseos de uno (s) por sobre los de la(s) otra(s).
El acoso en lugares públicos sigue siendo una práctica cotidiana de hombres hacia mujeres tan frecuente que ha sido normalizada por ambos. Esta impuesta en la sociedad como algo ya casi ‘’normal’’ al punto de que cuando no aparece a la mujer ya se le hace casi extraño. Esto no significa que estos piropos (y un pocomás) sean de su agrado, solo que se volvió algo tan común y difícil de escapar que no se conoce otra opción mas que la resignación.
Encontramos que aunque muchos tenemos en claro donde es más posible que suceda no hay zonas específicas en las cuales se produzca este fenómeno. Pueden ocurrir en la puerta de la casa de la afectada, desde un medio de transporte, en calles repletas de gente o en callesvacías, en zonas iluminadas o no, de día o de noche. Basta con la presencia de un hombre y una mujer para que exista la posibilidad de que suceda. Que estas prácticas se realicen sin problemas frente a otros y en cualquier lugar, es una muestra de lo naturalizadas y permitidas que están en nuestra sociedad. La edad no es muy significativa, desde el momento en que una comienza a manejarse por lacalle esto empieza a suceder. Pero si se puede decir que estas relaciones de poder entre géneros tienen un componente de edad: a mayor juventud, mayor probabilidad de ser afectada. Aunque hoy en día esto ya es normal, al nivel que ya no interesa si son 14 años o 60, la mujer puede ser agredida de igual manera. Embarazadas, con alguna discapacidad, con hijos, casadas o en pareja, de...
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