acta
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Anarquismo y sexualidad
Helena Andrés Granel
radicionalmente la sexualidad se ha concebido como un ámbito
de la experiencia humana situado al margen del discurso, y
concretamente, al margen del discurso político, al ser entendida como una pulsión o instinto natural1. Sin embargo, lejos
de estar inscrita en la naturaleza, la sexualidad se construyediscursivamente2 y desempeña un papel esencial en la conformación de un
determinado orden social. De esta forma es regulada de distintos modos en
los distintos sistemas sociales, que propician, favorecen e institucionalizan
determinadas formas de expresión sexual al tiempo que actúan de forma
coercitiva o directamente prohibitiva con respecto a otras que se consideran
potencialmente peligrosas ydesestabilizadoras del orden social.
Sexualidad y reproducción son reguladas socialmente, al tiempo que las
modificaciones y transformaciones en los discursos y las prácticas sexuales
constituyen un aspecto trascendental, y no marginal, en los procesos históricos. Es por ello que la sexualidad debe ser historizada, es decir, analizada
y contemplada desde una perspectiva histórica y sociocultural.Como construcción sociocultural e histórica, la sexualidad no se
encuentra aislada del ámbito político, sino que constituye en sí misma una
cuestión política, siendo el sistema sexual parte esencial del sistema social.
Desde esta perspectiva es especialmente interesante el análisis del discurso
anarquista con respecto a la sexualidad. Esto es así por dos razones fundamentalmente: en primerlugar, el anarquismo conectó abiertamente las esferas política y sexual, al considerar que el proceso de cambio social debía
darse de forma paralela en el ámbito personal y en el político; en segundo
lugar, en consecuencia puso en circulación discursos alternativos y contrahegemónicos con respecto a los discursos dominantes sobre la sexualidad,
de forma coherente con su concepción de lo que debíaser una organización
social antiautoritaria.
No quiere esto decir que los autores anarquistas impusieran una ruptura
absoluta con respecto a los discursos dominantes. Por el contrario, muchas
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5 - abril 2008
Helena Andrés Granel
de sus concepciones sobre la naturaleza de la sexualidad humana, y sobre
lo que en ella era “normal” o “desviado”, los reprodujeron de forma acríticaerigiéndose nuevamente en discurso regulador de la sexualidad. Así, al
tiempo que combatían los prejuicios religiosos sobre el sexo, con frecuencia
adoptaban posturas esencialistas con respecto a la diferencia sexual. Toda
propuesta innovadora se inscribe en un contexto sociohistórico pudiendo
difícilmente desvincularse de una forma radical de las concepciones generales de su época. Así, como haseñalado Richard Cleminson en sus trabajos sobre la política sexual en el anarquismo español, esta estuvo siempre
caracterizada por una fuerte tensión entre la ruptura y la tradición3.
Frente a las concepciones marxistas de toma del poder estatal, el anarquismo propugna el cambio social mediante un proceso de transformación
cultural y el desarrollo de nuevos modos de relación de los que esténexcluidos la autoridad y la coacción. Al no centrar su crítica social en las relaciones de producción, atendiendo de esta forma a una diversidad de problemas
sociales y humanos no circunscritos exclusivamente al ámbito económico,
el anarquismo consideró esenciales para la transformación social revolucionaria aspectos como la liberación sexual y la subversión de las tradicionales
relaciones degénero. La revolución social no podría limitarse de este modo
a un cambio en los sistemas políticos y económicos sino que debía incluir
un cambio sustancial en los modos de relación entre los individuos, proyecto en el que, necesariamente, tendrían lugar las cuestiones relativas a la
vida privada y la sexualidad. Así, el proyecto anarquista de reforma sexual,
como parte fundamental de su...
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