Acting in an uncertain world
Juan C. Aceros
Departament de Psicologia Social
Universitat Autònoma de Barcelona
Es un lugar común afirmar que las crisis no son simplemente contextos de pérdida, sino también oportunidades. No todo es oscuridad en las situaciones másapremiantes. Algo semejante puede decirse de los cada vez más frecuentes encuentros (e, incluso, choques) entre los “expertos” y los “legos” en las llamadas “sociedades del conocimiento”. La ruptura de los límites entre la ciencia y la sociedad pueden llegar a ser, ciertamente, acontecimientos críticos. Los recientes debates en España sobre la localización de los llamados “cementerios nucleares” o las yatrajinadas discusiones sobre los alimentos transgénicos, la investigación con células madre, los efectos de los campos electromagnéticos sobre la salud humana, son solo algunos de los estos acontecimientos. Asociados a ellos encontramos siempre referencias al “riesgo”, a la “vulnerabilidad” y a la “incertidumbre”.
Controversias tecno-científicas públicas como las mencionadas resultancríticas para diferentes actores implicados. Son altamente preocupantes para quienes se perciben como afectados por las decisiones de políticos, científicos y técnicos. La salud, el bienestar y la tranquilidad se ponen en peligro para muchos ciudadanos de a pie. Dichas controversias también son problemáticas para los políticos que se ven incapaces de lograr un acuerdo generalizado acudiendo a argumentostecno-científicos. Para estos últimos actores, ya no es tarea fácil justificar decisiones que antes parecían atenerse a los hechos. Por esto mismo, las controversias son también fuente de tensión para los mismos especialistas. Estos últimos se ven obligados a salir de sus laboratorios para hablar con la prensa, con la administración de turno o -lo que le puede resultar más embarazoso- conpersonas “comunes y corrientes” que les miran con recelo y desconfianza.
Pero, como hemos sugerido, no todo es oscuridad en medio de las controversias tecno-científicas públicas. En algunos casos, los ciudadanos afectados e interesados han perdido su fe en la política y en la ciencia. En el peor escenario posible, han perdido la calma y la salud, incluso (literalmente) el aliento. Los gobernantesy los expertos pueden haber perdido autoridad, credibilidad o confianza. Es probable que cada uno de ellos haya perdido, en cierta forma, sus papeles. Pero aún queda la esperanza -o se abre la oportunidad- de que encuentren, construyan o asuman papeles nuevos. Esta es una de las promesas que, a mi entender, nos hace el libro Agir dans un monde incertain: Essai sur la democratie technique deCallon, Lascoumes y Barthe.
Publicado inicialmente por Editions du Seuil, hace casi una década, este libro se ha convertido en una referencia obligada para los investigadores comprometidos con los estudios sociales de la ciencia y la tecnología; especialmente para aquellos interesados en lo se ha llamado el “giro hacia la participación” (Jasanoff, 2003). Para los que no estamos familiarizados con lalengua francesa, ha sido una gran noticia la publicación de dicho texto en inglés, bajo el título Acting in an uncertain world: An essay on technical democracy. Esta acertada decisión editorial, estoy seguro, solo puede contribuir a aumentar el impacto de esta imprescindible obra.
A lo largo de sus siete capítulos, Callon y sus colegas proponen un amplio, sistemático y coherente marco dereferencia para pensar en las controversias tecnocientíficas públicas; así como en los retos que éstas plantean a una pléyade de emergentes “grupos concernidos” [concerned groups], a la tradicional “investigación recluida” [secluded research] llevada a cabo por la ciencia moderna, a la “democracia delegativa” [delegative democracy] y a sus procedimientos de representación, e incluso a los mercados....
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