actitudes
“Sé quien era esta mañana, pero desde entonces me he transformado varias veces” le dijo Alicia a la oruga.
En el mundo de la empresa, como en el cuento, los cambios en el entorno, deberían hacer que cambien los protagonistas. Es labor de nuestra Escuela de Negocios, hacer que los empresarios, directivos o cualquierpersona que pase por ella, pierdan el miedo al cambio. Para ello, nosotros mismos, también debemos perderlo.
Me animé a escribir sobre algunas actitudes, cuando recibí las especificaciones que hacía una compañía sobre un puesto de trabajo que ofertaba para un joven recién licenciado. Mi labor se limitaba a seleccionar cinco o seis candidatos para el puesto siguiendo dichas especificaciones yhacerle llegar un documento con los perfiles a una de las socias (y antigua alumna del instituto) de la multinacional, la mejor empresa en su sector a nivel mundial. Al leer los requisitos del puesto me quedé sorprendida. Junto a exigencias objetivas propias del puesto, “economista, con inglés, carnet de conducción y vehículo disponible”, aparecieron otras tantas de carácter subjetivo y¿subjetivísimo?: “educado, humilde, que sea buena persona y que tenga sentido del humor,”.
Una vez salida del asombro, envié los perfiles, que a mi juicio, más se adaptaban a su petición sin hacerle mención de las dudas que me generaba seleccionar seis alumnos utilizando mi criterio de “buena persona y sentido del humor”. Para todos ellos, caso de salir elegido, sería su primer trabajo. Cinco años decarrera, varios idiomas, un programa en una escuela de negocio y eran seleccionados para un proceso, de entre todos sus compañeros y entre otras importantes cualidades, por ser buenas personas y tener sentido del humor. No podía, por mi edad, dejar de sentirme identificada con aquellos perfiles, que oscilaban alrededor de una media de veinticinco años, así que empecé a reflexionar.
La crisis por laque España atraviesa, ¿está cambiando las necesidades de empresarios y directivos en los procesos de selección? ¿Es posible que actualmente se hayan puesto en valor cualidades de la persona por las que antes se pasaba de puntillas? En un mercado laboral en el que, afortunadamente, existen cada vez mayores facilidades para la preparación de sus jóvenes, están cambiando las tornas. Parece como si, aligual que en “la mili, en la que el valor se presupone”, una carrera y dos idiomas es lo mínimo para sentarse a hablar de empleo. A partir de ahí, viejas cualidades como la bondad, la honestidad, la humildad, la educación, la prudencia o simplemente, ser una persona de lo más normal, son los nuevos valores que cotizan a la alza.
La crisis ha modificado ligeramente las metas de la organizaciónmás allá de los objetivos anuales. Podemos recordar formulaciones corporativas como “liderar el mercado de nuestro sector en España” o “conseguir mayor margen por producto”, que muy legítimamente interesaban a las organizaciones a principio de siglo. En la actualidad, muchas han tenido que renunciar a esos objetivos ya que se encuentran, simplemente, sobreviviendo. Otras tantas, se han dado cuentade la necesidad de matizar dichas metas organizacionales, añadiéndoles el factor de alcanzarlas, de una manera sostenible.
En esta ponencia, me he centrado en cuatro cualidades que considero, a mi parecer, importantes a la hora de trabajar (en el más amplio sentido de la palabra): para las personas que empiezan, para las personas que son dirigidas y para las personas que dirigen.
Paratrabajar bien y estar a gusto con uno mismo y con los demás, es necesario tener, en primer lugar, capacidad para actuar o competencia. Una vez, que la tengamos, actuemos con creatividad. En segundo lugar, voluntad de hacerlo o motivación, una vez que nos decidamos a trabajar, hagámoslo con liderazgo. Por último, es necesario tener fe en los resultados, para ello nada mejor que el optimismo. Puede...
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