ACTIVIDADES QUE DIFICULTAN LA CONVIVENCIA

ACTIVIDADES QUE DIFICULTAN LA CONVIVENCIA
La pregunta es amplia: sin repetir y sin soplar, ¿qué cosas te molestan del día a día en la Ciudad? La respuesta es una larga lista de quejas que arranca con los bocinazos, pasa por las costumbres de peatones y automovilistas y hace foco especial en todo lo que “ensucia” los espacios públicos. En la Ciudad crecen los malos hábitos y la convivencia sevuelve más difícil, lo que aumenta el nivel de conflicto y también suma deterioro en los espacios públicos (basta decir que solo en reparar monumentos, mobiliario urbano y plazas o parques, en muchos casos por vandalismo, se gastan $ 12 millones por año).








Muchos apuntan a la caca de las mascotas en las veredas. “Me mata la gente que tiene que hacer un llamado justo cuando su perroestá defecando, como si fuera un justificativo para no levantarlo”, se queja Martina. También a los malos modales. Desde los que no responden al saludo hasta los que “te llevan puesto” cuando caminás por el centro porteño. “Las viejas que se creen impunes y te pasan en la fila”, apunta Diego. “O esos que cuando estás esperando en la ventanilla del banco te dicen: ‘Vengo a hacer una preguntita nomás’y tardan tres horas”, se suma Marian.
Los días de lluvia tienen sus complicaciones. “Detesto a los que llevan el paraguas abierto debajo de los techos o entre multitudes”, protesta Aldana. Y ni hablar de la cantidad de las veces que a algún vecino le llueve... sin lluvia. “¿Qué les pasa a las vecinas que riegan las plantas del balcón y te mojan cuando pasas?”, se pregunta Juan. Y Geraldine, quevive en un primer piso con patio, carga contra los que dejan que su aire acondicionado gotee libremente. “En el verano encaré a uno de los 20 genios de mi edificio que no ponen bidón para que la manguerita no se convierta en una canilla. Y sin ningún pudor me dijo: ‘No pensé que el agua llegara desde tan arriba hasta tan abajo’.
O sea que, además de no conocer el concepto de gravedad, debepreguntarse también por qué se moja cuando llueve”.
“Ahora se hacen cosas que antes no se hacían. Pero no es solo responsabilidad de los particulares, también son las autoridades que no ejercen su necesidad de definir ciertas cuestiones. Y los tiempos que corren no ayudan a la convivencia”, responde Joaquín Brenman, el fundador de Cicerones, una ONG cuyos voluntarios se dedican a acompañar turistasque visitan la Ciudad. En su experiencia, lo que más llama la atención de los extranjeros es el tránsito: que no exista prioridad para el peatón. “En segundo lugar, aparece el uso inadecuado del espacio público. Pero si partimos de los vallados como el de la Casa Rosada, que ya internalizamos como algo natural, ¿qué se le puede decir a un mantero? Si los dueños de bares y cafés ocupan media vereda,¿por qué no van a estar también el frutero, y el que vende pirotecnia en Navidad y así sucesivamente?”, reflexiona.







Además de la basura, en la calle también se ve (y se huele) la costumbre cada vez más instalada de hacer pis en cualquier lado. “Hay una percepción generalizada de que lo común es de nadie”, resume Florencia Brandoni, psicóloga y mediadora. Para el arquitecto GuillermoTella, especializado en planeamiento urbano, el punto de partida es la ausencia de un proyecto colectivo a futuro que nos permita pensar cómo nos imaginamos como sociedad en 10 o 20 años. “Tampoco hay un control social. Son conductas que se vuelven naturales porque nos fuimos insensibilizando frente al tema y no existe la autorregulación que genera la mirada del otro que te censura, te inhibe, tepone en tu lugar”, opina.
En el Gobierno de la Ciudad existían algunas iniciativas aisladas que este año se unificaron en el área de Construcción Ciudadana y Cambio Cultural. “Se trata de alinear estos programas para que produzcan resultados en forma integral, con un trabajo conjunto entre el Estado, los ciudadanos, las organizaciones y las empresas”, resume Paula Uhalde, la coordinadora. El...