Acto Yerma

(Se proyecta la imagen de la carta y sale Rosaura dramatizando)
Eduardo: (se escucha la voz únicamente) Rosaura, mi antigua amiga. Si alguna vez te hable sobre el amor profano, déjame decirte que los tiempos han cambiado y con esto las palabras también. Debo contarte que desde el día en que aceptaste la bendición del cura, yo me encontraba en camino para aceptar el sacramento de la ordensacerdotal. ¡El amor que alguna vez te tuve fue precoz! Y ese amor no era puro, era egoísta porque buscaba mi felicidad. Ahora, con amor puro, trato de ayudarte a encontrar la tuya, como tú que me condujiste por el buen camino y por la extraña senda a las aras del padre que nos manda a perdonar. Hoy tu buen amigo ha llegado a saber que has entrado por el sendero de las ovejas descarriadas, pero, Rosaura,yo pido que rectifiques tus actos y obres a bien. ¿Acaso piensas tu que vengándote de todos los abusos que sufriste lograras cambiarlos? ¡Insulsa! Mira que con tu ejemplo solo contaminas a las mentes jóvenes, las cuales no han tenido papel en esta sátira. Date cuenta de que tú no eres más que víctima de los abusos sociales de tu pueblo, como todos ellos lo fueron alguna vez. Siendo tú una mujerque ha recibido una inteligencia clara y una educación dulce, las cuales fueron inspiradas por un amor puro como el de tu madre. Por favor, date cuenta de que esto solo te daña a ti, y por más que creas que te divertís, dentro de ti recuerdas lo puro de la inocencia. Te ruego vuele al campo y reflexiona, solo así volverás a la gracia del señor.
(Sale Rosaura y entra Eduardo, se proyecta la segundacarta)
Rosaura: (se escucha la voz únicamente) Eduardo yo que estaba gozándome de mis triunfos y tu vienes a avergonzarme. Siendo tú la única persona con la cual me urge justificarme, pero tus palabras no son más que nuevas tiranías que vienen a imponerse sobre mí. Tú, que como mi madre, me inspiraste gracias al amor puro y por ella, yo contaría, como mis verdugos y mis amantes, por eldesenfreno de la ignorancia y no vendrían estos sentimientos de remordimiento y arrepentimiento. Te pido que no hables más o sino romperé relaciones contigo. Déjame decirte que ahora yo vivo de emociones, porque estas son sueños y sí, tú conoces de mi temprana crianza pero no lo sabes todo. Si tú no supieras que mi madre me enseñó devoción y a amar a un ser que nos ama de manera tan grande que nos haregalado la vida, un ser que protege la libertad y el derecho de todos los seres. Pero mi padre en cambio me forzó a rezar veintenas de avemarías y rosarios sin propósito aparente a lo largo de la jornada, de manera tan estricta y sin piedad a lo largo de la faena. Recuerdo que cuando yo observaba que el cura de nuestra parroquia mandaba a azotar a los indígenas y enviaba a la cárcel a las viudas queno podían pagar los derechos funerales de sus maridos difuntos, yo solía decir en esos momentos: esa religión del cura no es la religión de mi madre. Estas palabras con las que tú me escribes me recuerdan en algo a la religión de mi madre, pero ya es muy tarde para eso. Ahora me he dado el lujo de endulzar los ojos de los galanes de la orden sacerdotal. Los cuales venían luego a insultarme usandoropajes de colores inapropiados, lo cual no les impedía volver a pedir perdón de rodillas. Pero tú te arrodillas ante mí y me siento avergonzada y confundida, pidiéndome de manera sincera que sea como ellos, que sea de dios. Lo que pude ser y lo que soy, ¿acaso no te das cuenta de que esto es una herida mortal? Has destrozado mis esfuerzos de callar los remordimientos que sentía con mis triunfos.Eduardo por favor no vuelvas a escribirme, no temas por mí. Ya todos los caminos se me han cerrado y, como yo no puedo borrar la bendición que me fue otorgada por el cura, tú no puedes borrar el carácter del sacramento que has recibido, por favor no me vuelvas a escribir.

(Sale Eduardo y entra Rosaura, se proyecta la tercera carta)
Eduardo: (se escucha la voz únicamente) Rosaura, me pides...