Actos institucionales y actos pol ticos
Corresponde al profesor Marienhoff la diferenciación en nuestro derecho, entre los actos institucionales, por un lado, y los actos políticos o de gobierno,por otro, tradicionalmente confundidos e integrados, con perjuicio de los derechos de los administrados, bajo la nota común de la no justiciabilidad.
De acuerdo con el criterio propiciado por elcitadotratadista los actos institucionales son aquellos que, emitidos por cualquiera de los poderes del Estado, tienen como elemento categorizador el hecho de que son dictados para asegurar o lograr laorganización y subsistencia de aquél, sin afectar con inmediatez derechos de los particulares. Son actos que se vinculan o relacionan inmediata o directamente con los órganos o poderes estatales,siendo suvinculación con aquellos derechos sólo mediata o indirecta (Marienhoff)1. Y es precisamente por esta última circunstancia que no resultan susceptibles de control judicial. Serían ejemplo de estaclase de actos la declaración de guerra, la celebración de ciertos tratados internacionales, la intervención federal a las provincias, la declaración del estado de sitio, el nombramiento demagistrados queintegran la Corte Suprema de Justicia de la Nación, entre otros (Marienhoff).
Desde esta perspectiva la no justiciabilidad de estos actos en sí mismos, no importa, sin embargo, que ellos nopuedan, a su vez, generar actos de aplicación que sí afecten derechos subjetivos, los cuales, cuando se emiten, son, por tal causa, susceptibles de pleno control judicial (v.gr: la detención concreta deuna personadispuesta en uso de las facultades que asisten al presidente de la Nación durante el estado de sitio)2.
Por su lado, los actos políticos o de gobierno serían, en el marco de estacaracterización, aquellos que aun cuando se diferencian conceptualmente de los actos administrativos, en tanto se vinculan con las finalidades superiores o trascendentes del Estado (v.gr: indulto o...
claro que si aellos mas que a nadie porque en sus manos descansan nuestro bienestar, seguridad y cuidado si no la vida
Sumados varios intereses, el objetivo era uno solo: llevar a Enrique Peña Nieto a la silla presidencial. Una y otra vez, su imagen se proyectó en la pantalla de la televisora más importante del país. Desde que fue gobernador del estado de México, apareció cientos, miles de veces entrelas cortinillas de los programas estelares.
Sus logros fueron resaltados por actrices populares como Lucero y Angélica Rivera, a la postre, su esposa. Pero, aunque su ser político fue el más expuesto en los medios informativos, Peña Nieto es un desconocido. Para quienes votaron por él y para los que no. Entonces, ¿por qué triunfó este guión?
Para el periodista Jenaro Villamil no se trata sólo de laconsumación de un simple proceso de producción mediática, sino del aperitivo del deterioro de la política mexicana. Peña Nieto: el Gran Montaje, su libro más reciente, expone la trama, el desenlace y las catastróficas consecuencias que tendrá el entramado.
Es una mañana de octubre y en entrevista, Villamil se asoma al futuro. Ve temores sembrados en la sociedad y un destino de limitaciones paralos medios informativos tradicionales. Nada es luminoso. En el ocaso de diciembre de 2018, el escenario queda soportado en el narcopoder y desempleo. Con acentos más dramáticos que ahora.
Desde la redacción de la revista Proceso en la que es reportero y articulista, – y fue coautor de la columna Por mi madre, bohemios, con Carlos Monsiváis -, desayuna mientras atiende entrevistas telefónicas. Jamásse exalta a pesar de que palpita la pregunta sobre la veracidad de la relación entre Enrique Peña Nieto y Televisa develada en Si yo fuera presidente (2009) y El sexenio de Televisa (2010).
Durante la campaña electoral ese planteamiento se desdibujó por críticas que aducían falta de pruebas. Un reportaje del periódico británico The Guardian terminaría por darle la razón. “Los desmentidos sobre...
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