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Mariela Libélula
Mariela Libélela vivía sola en una casita flotante en medo del estanque. No le gustaba ver su casa desarreglada y por esa razón nunca invitaba a nadie.
Sin embargo, cada año,cuando llegaban los días soleados, recibía la visita de sus vecinos del jardín. Abeja Teresa llegaba después de sorber el néctar de las flores. Abejorro Modorro aprovechaba el buen tiempo y, echada sobreuna hoja, refrescaba sus alas. En cuanto a Escarabajo Gustavo, él pintaba nenúfares en uno de sus cuadros. Mientras tanto, Mariela iba de un lado a otro, Mariela iba de un lado a otro advirtiéndolesque no tocaran sus flores, que no entraran en su casa con las patas mojadas y patatí, patatá… hasta que todo el mundo regresaba a su casa. Pro un día, dando grandes saltos, alguien legó hasta la casade Mariela: Era el señor Ramón Rana.
Lo curioso es que este señor no solo daba saltos. A Ramón también le gustaba cantar. En efecto,
Todas las noches croaba ruidosamente, porque quería pregonar queestaba enamorado. La primera en saberlo fue Mariela. Ya no podía ni dormir.-Me croa en las orejas. Que vaya a hacer su escándalo a otra parte-exclama. Croac, croac, croac es todo lo que Ramónrespondió cuando Mariela le pidió que hiciera menos ruido. Y como Ramón era dos veces más grande que la Libélula y es sabio que las ranas suelen tragarse a los insectos, Mariela no insistió mas por miedo a serdevorada ella también.
Finalmente, después de tantos “croac”, Ramón Rana encontró lo que tanto buscaba: una novia. Es fácil imaginar que Mariela rechazó la invitación para asistir a al boda de lasranas, que se casarían en el fondo del estanque.
Las ranas se casaron y tuvieron muchos renacuajos. Y los días volvieron a ser tranquilos para felicidad de Mariela. La libélula ya no escuchaba cantara Ramón, que estaba muy ocupado en criar a sus hijos. Pero la felicidad no duro mucho. De hecho, sólo el tiempo que los renacuajos tardaron en crecer. Entonces, una mañana, una ranita y luego...