actualidad
Si se suicidó o lo mataron no son las únicas preguntas que nos debemos hacer en un caso de tal envergadura sino muchas más:
¿A quiénrespondía el fiscal Nisman?
¿A quién beneficia la muerte del fiscal Nisman?
¿Tendría las pruebas que dijo?
La última pregunta es clave paradeterminar su accionar. Si tenía las pruebas que decía tener es casi imposible en pensar en un suicidio, a no ser que haya sido inducido por el grupoimplicado en las denuncias. Sino tenía las pruebas es más lógico que se haya suicidado, aunque no me cierra mucho, pues nuestra cultura no es la japonesadonde el honor es un valor, y menos para un fiscal que trabajaba para los servicios secretos internacionales.
Entonces, ¿qué pasó?
Hayque remontarse al atentado a la AMIA. No fueron los iraníes y eso queda más que claro, son el chivo expiatorio. Debemos buscar en los turbios negociosdel banquero Beraja y los sirios.
En el momento del atentado los servicios secretos iraelíes sacaron el mayor provecho de la situación:
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