Ad N Y Eva
Historia[editar]
Dureropintó estas dos tablas después de su segundo viaje a Venecia, durante el cual el pintor profundizó en el dominio del color y, además, buscó, incluso matemáticamente, el ideal formal clásico.
Se supone queDurero las pintó con destino al Ayuntamiento deNúremberg, donde permanecían a finales del siglo XVI. Luego pasaron al castillo de Praga, regaladas por la ciudad de Núremberg al monarcaRodolfo II, queera muy aficionado a los cuadros de desnudos. Durante la guerra de los Treinta Años, ejércitos suecos y sajones saquearon dicho castillo y estas obras en concreto acabaron siendo propiedad del reysueco. Su hija la reina Cristina, las regaló al rey español Felipe IVen 1654.
En el siglo XVIII, el rey Carlos III ordenó que estos cuadros, junto a otros desnudos, fuesen quemados por su contenidosupuestamente obsceno. Por consejo de miembros de su corte, decidió finalmente que se trasladasen a la Academia de San Fernando para que sirviesen de ejemplos de enseñanza para los jóvenes artistas. Estamedida se aprobó a condición de que dichos cuadros de desnudo se mantuviesen reunidos en una sala de acceso restringido. En 1827 las dos obras de Durero pasaron al Museo del Prado, junto con otras máso menos eróticas. Sin embargo, dado que se trataba dedesnudos, se confinaron en una sala cerrada que sólo se visitaba con permisos especiales, y no fueron exhibidas públicamente hasta el año 1833.Descripción[editar]
Durero representó, en dos tablas independientes, a Adán y Eva. En la de Adán se presenta la figura de éste sobre un fondo oscuro, de manera que toda la atención se centre en la...
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