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CAPÍTULO I

Edison estaba muy preocupado y nervioso, pues mañana sería el partido más importante de su carrera, sería la gran final por el campeonato de fútbol de Holanda. Su esposa Tina para calmarlo le animaba con cariño. El hombre simplemente sonrió y trató de descansar, pero no pudo. Había algo en su mente que no podía olvidar. Aquella promesa de hacía ya quince años en ese hospitaldonde se recuperaba de una grave caída cuando ayudaba a su padre como albañil. Fue una parte muy importante de su vida que siempre recordaría: ¡la silla de ruedas mágica! Tantos años viajando por el extranjero, lo habían hecho olvidar los recuerdos de ese hospital, pero en su corazón se encontraba el apego hacia esa peculiar silla de ruedas, que le enseñó tantas cosas y que le inyectó la fuerza paralograr sus sueños y además recordaba a Don Marce, el viejito encargado de la bodega del hospital que siempre le aconsejó, le ayudó y lo mimó. Edison al disponer de cierta fortuna, siempre le ayudó económicamente, además de llevarlo a una clínica para tratar de curarle un cáncer que terminó por vencer al pobre hombre. Pero en sus últimos días Don Marce pudo comunicarse con Edison rememorando todassus aventuras. Edison se animó a preguntarle qué en donde se encontraba la silla. Pero el anciano no lo sabía. Al final se prometieron volver a verse pronto. Poco después Don Marce falleció y Edison se sumió en una depresión, pero su esposa Tina siempre estuvo a su lado confortándole. Nuevamente pensó en la silla y en cumplir su promesa de encontrarla. Así que contrató un detective para averiguarel paradero de la silla. Pero este llegó a la conclusión de que le mismo tenía que buscarla.
De hecho su vida estaba hecha. Se casó hace seis años con su novia de juventud, de ojos color uvilla y cuerpo cimbreante al andar y con la que procreó dos bellos hijos. Tenía 30 años, estaba plenitud, con una buena condición física y era uno de los jugadores más nombrados al igual que Zidane, Beckham,Ronaldihño. Solamente faltaba cumplir su promesa y estaba decidido. Luego del gran partido regresaría a su patria. En busca de su silla de ruedas y para quedarse a vivir un largo tiempo en el hermoso Valle del Chota, en su pueblo natal El Juncal. Donde lo esperaba su familia. Quería sentir la frescura del valle, la belleza del paisaje lleno de fragantes flores silvestres, junto al río en que jugabade niño. Su gran anhelo era crear una fundación que impulsaría la construcción de una escuela y u dispensario médico. Devolviendo generosamente con creces lo que la vida le había dado. Su esposa Tina se entusiasmaba con la idea de regresar pues los lujos de Europa no eran para ellos. Extrañaban la sencillez de su querido pueblo.




CAPÍTULO II

Innumerables recuerdosde su niñez en aquel valle. Como el de su casita vieja de adobe y madera donde nació y creció, junto a sus siete hermanos en el Juncal. Un pueblo con un aire oloroso a las frutas que se cosechaban, como los árboles cargados de ovos meciéndose al arrullo del viento. A veces no tenían dinero y la ternura de su madre no bastaba para llenar los estómagos de sus hijos. Su padre decide emigrar a lacapital para trabajar en la construcción de un conjunto habitacional y se lleva a Edison para que lo contraten como ayudante de albañilería. Tenía 14 años y era muy fuerte. A los seis meses ocurre una desgracia: cae del segundo piso y es llevado de inmediato al hospital. Qué sorpresa fue saber que la silla en donde tenía que estar la mayor parte del tiempo por sus piernas fracturadas era la últimasilla encantada del mundo. Vivieron en ese corto tiempo muchas aventuras y cuando salió restablecido del hospital sentía mucha pena al alejarse de Don Marce y de la silla de ruedas siendo una despedida muy emotiva.
En el colegio donde continúa sus estudios se destaca desde el principio por su inteligencia y su humildad pero sobre todo por su habilidad con el balón. Su maestro de educación física...