Adela cortina
2001 “El vigor de los valores morales para la convivencia". Ponencia presentada en el seminario sobre LA CONVIVENCIA EN LOS CENTROS ESCOLARES COMO FACTOR DE CALIDAD. CONSTRUIR LA CONVIVENCIA. Madrid. Consulta: 21 y 22 de febrero de 2001.
¿Cuáles serían los valores morales de los que no se puede retroceder y en los que importa educar en la escuela, en la familia y en unasociedad que se denomine pluralista y que los comparte porque sin ellos no puede serlo?
Comentaré únicamente cinco, porque lo interesante no es hacer un catálogo de valores, sino descubrir cuál es el eje central desde el que se pueden articular los demás. El criterio para hablar de ellos en una escuela pluralista sería el de la ciudadanía. Pero, ¿qué es ser ciudadano?
Un ciudadano es alguiencapaz de hacer su propia vida, pero con sus iguales. El ciudadano tiene dos lados fundamentales: hace su vida, no se la hacen, no es siervo ni esclavo, pero no la hace en solitario, sino en la polis, en la ciudad, la hace con otros que no son ni más ni menos que él, sino sus iguales. Uno de los grandes retos del siglo XXI es meter hasta la médula de los huesos que es preciso que los seres humanospuedan hacer su vida, sus elecciones, con aquellos que no son más que ellos y no tiene porqué sentirse acomplejados, ni menos que ellos, por tanto, no tienen porqué sentirse superiores, sino que a fin de cuentas son sus iguales.
Si he empezado antes con un prólogo sobre los valores es porque quisiera dejar bien claro desde el comienzo cuál es mi posición al respecto y es que los valores no son algopuramente subjetivo. Los valores, como la libertad y la justicia, son valiosos por sí mismos, y no porque algún grupo social haya decidido conferirles valor. Los valores no son subjetivos. Pero tampoco se descubren situándose ante la realidad de forma pasiva, tampoco se trata de sentarse tranquilamente en una pasarela para verlos desfilar, sino que es preciso insertarse en la realidad. Ningúndescubrimiento humano se hace sin implicarse en la realidad.
Cuando yo era pequeña, mi padre, que era una persona extraordinaria, me decía: "Hay gente que cree que Newton descubrió la Ley de la Gravedad, porque una vez vio caer una manzana y entonces se dio cuenta de que los graves caían hacia abajo, y hay gente empeñada en que Pasteur tampoco tuvo demasiado mérito en el descubrimiento de lapenicilina porque, al fin y al cabo, se dio cuenta un día de que había un trozo de pan con moho y descubrió la penicilina. Si Newton y Pasteur no hubieran tenido la formación que tenían, nunca hubieran podido formular la Ley de la Gravedad ni descubrir la penicilina. Mucha gente había visto caer manzanas y mucha gente había visto el pan recubierto de moho y, sin embargo, no habían caído en la cuenta ni deque la caída de los graves se podía formular matemáticamente ni de que la penicilina podía ayudar para curar".
Los valores, como todo descubrimiento de la humanidad, son valiosos por sí mismos, pero se descubren en la implicación con la experiencia. Sin esa implicación, sin vivir con los marginados, los que sufren, los vulnerables, es difícil apreciar el valor de la solidaridad; sin haberexperimentado en carne propia la marginación, el sufrimiento o la vulnerabilidad, es imposible apreciar el valor de la solidaridad y de la aspiración a la igualdad; es imposible apreciar lo que vale poder echar una mano y poder recibirla. Los valores se descubren en la implicación con la experiencia, en la implicación con la realidad, no se descubren en los libros. Se aprenden -y a mí me pareció una vezque era una buena idea formularlo así- a través de un proceso de degustación.
Posiblemente lo de la degustación se me ocurrió porque no entiendo nada de vinos y tengo amigos, que entienden muchísimo, que se avergüenzan de ir conmigo cuando piden un buen vino, porque me den uno de marca o a granel. Ellos piden el vino, olfatean, chasquean, y entienden si está picado o no.
A mi juicio, la...
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