adiccion al sex
Hay personas que progresivamente se han convertido en verdaderos esclavos del sexo, llegando incluso hasta el desajuste psicológico.
¿Donde está el límite para gozar de tan exquisita experiencia?
Desde que Michael Douglas, el que fuera el sexo-adicto más famoso, descubrió al mundo su pulsión descontrolada por las mujeres y su curación tras su paso por una clínicaespecializada, no se ha dejado de hablar de lo que algunos/as consideran una patología del nuevo milenio que poco a poco se está manifestando cada vez con más fuerza: la adicción al sexo.
La enfermedad con esta denominación nació en los EEUU donde abundan las clínicas especializadas en su curación y los grupos de ayuda denominados sexólicos anónimos. A finales del año 1984, prestigiososespecialistas en comportamiento sexual daban a conocer datos según los cuales las ganas imperiosas de hacer el amor no sólo no eran sanas, sino que suponían además parte del cuadro de una grave enfermedad de adicción, comparable a la del alcohol, los estupefacientes o el juego: la sexodependencia. El sexo es presentado como un narcótico psicológico y afecta, según los cálculos más alarmantes, a una de cadadoce personas, sobre todo a hombres casados entre 35 y 45 años, de profesiones liberales, infancias religiosas y con una educación sexual castrada. Individuos que en el sexo encuentran alivio a sus conflictos de ansiedad e inseguridad, buscándolo una y otra vez a costa incluso de su estabilidad laboral y familiar y del mismísimo placer sexual. Sólo el sexo puede calmarles.
Tras el orgasmo, lainsatisfacción. Y tras la frustración, la búsqueda compulsiva del placer. A solas o en compañía. Sin freno, sin salida. Más vergonzante y menos confesada que otras adicciones, aunque tan invisible como la ludopatía o el cuelgue por Internet, la sexoadicción empieza a tratarse en las clínicas especializadas como un trastorno del deseo. Quienes la sufren usan la masturbación, la prostitución o lasrelaciones de usar y tirar para evadirse de la realidad. Pero el malestar psíquico que padecen ante una conducta compulsiva que no desean puede llevarles al divorcio, la ruina o el suicidio. Pero no hay que ser un vicioso para perderse en el laberinto.
Aunque menos confesada que otras adicciones sociales -a la comida, al juego, al trabajo, a Internet-, películas como Hapinness o Entre las piernasse han encargado de exhibirla sin tapujos. Pero esta fijación por el placer, caracterizada por el pensamiento obsesivo, la compulsión y los efectos negativos, no es invención de guionistas calenturientos.
Tampoco fue un capricho de estrella que el protagonista de Instinto básico, Michael Douglas, ingresara en una clínica especializada para desintoxicarse. En España los profesionales estánempezando a atender las angustias de estos esclavos del sexo. Los expertos parten de la base de que la sexoadicción no es una enfermedad, sino un síntoma asociado a otros desequilibrios psicológicos.
"Se dice que los toxicómanos se enganchan a la droga porque en el fondo no tienen un proyecto de vida", ejemplifica el especialista en salud sexual Miguel de la Peña, director médico de la clínicamadrileña Androclinic. "También en la sexoadicción hay una patología de base (problemas afectivos, laborales, de interacción con los demás...); de hecho, existen fármacos prescritos para personas con instinto sexual patológicamente desviado, desde ansiolíticos a inhibidores de la testosterona".
No hay dos pacientes iguales. Puede haber adultos con un cuadro maníaco-depresivo o adolescentes conconductas masturbatorias inapropiadas, sin necesidad de consumir.
Martín de 40 años nos cuenta:
“Siempre me gustó mucho el sexo, pero lentamente creo que se fue convirtiendo en un vicio cuando me casé. Justo en esa época, comencé a trabajar en una empresa que me exigía muchas horas de dedicación. No se si fue el stress, la tensión que me implicaba laburar tanto, pero lo cierto es que en lo...
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