Adios Muñeca
“Adiós muñeca”
Una noche, el detective Phillipe Marlowe se encontró, en la puerta de un bar de negros llamado Florian´s, con Malloy, un hombre de gran tamaño que lo obligó a entrar a buscar a una tal Velma. El señor había estado ocho años en la cárcel, y antes de caer preso, esa mujer trabajaba en el lugar como prostituta. En ese momento, era un sitio de copas también, con el mismonombre, pero de blancos.
Cuando ingresaron, el enorme señor fue a buscar al encargado del lugar y lo mató. Su obligado acompañante no lo vio cuando lo hizo. Fiel a su olfato, Marlowe fue a buscar al dueño, pero averiguó que había muerto. Su mujer, Jessie Florian, sin embargo, estaba viva y tenía información. El detective le logró sacar una foto de Velma y se fue, dejándole una buena botella dewhisky.
La policía debía buscar al hombre que había matado al negro, y el investigador iba tras la pista de la mujer. Pero los primeros no querían que el otro se entrometiera.
De vuelta en su oficina, el detective recibió un llamado y se encontró con un nuevo cliente (Marriot). Éste necesitaba un guardaespaldas para entregar un dinero por una joya de jade que le habían robado a una amiga y asírecuperar el collar. Fueron entonces al lugar, el contratado salió del auto y cuando volvió a entrar lo golpearon con una cachiporra. A los minutos recobró la conciencia y vio que su cliente había sido asesinado en el asiento de atrás. De repente, una mujer apareció, según ella por curiosidad, y llevó a Marlowe de vuelta a su casa, no sin antes invitarlo a tomar un trago. Él no aceptó, pero le diosu tarjeta. Al oro día apareció en la oficina y le aportó información sobre el caso en el que se había metido. La joven (señorita Riordan) parecía tener alma (o deseos) de detective, pues había hablado con varias personas. Quería que trabajaran juntos.
Mientras tanto, la policía seguía buscando al asesino que había salido de la cárcel, pero no lograba atraparlo. Tampoco daban con su novia, quiensegún la mujer que había consultado Marlowe, estaba muerta.
El detective continuó investigando también ese caso, al tiempo que se ocupaba del de su cliente fallecido.
Hay constancia de un primer préstamo con la casa como garantía. La casa de los Florian. Un préstamo importante si se tiene en cuenta el escaso valor de la propiedad en esta zona. Y quien concedió el préstamo fue un individuollamado Lindsay Marriott.
Jessie Florian trabajaba para Marriot, fue criada de su familia. Puede decirse que se ocupa de ella hasta cierto punto.
El collar de jade del caso Marriot era de la señora Grayle, la amiga de Marriot a la que se lo habían quitado.
Así se fue el atraco, cuando le robaron a la señora Grayle el collar: Era un sitio muy deprimente. Bien; lo cierto es que aquel automóvilse puso en marcha y nos siguió y, por supuesto, tampoco a aquello le di ninguna importancia. No había motivo alguno. Después, antes de que llegáramos a donde Santa Mónica desemboca en el bulevar Arguello, Lin dijo: «Vayamos por la otra carretera», y se metió en una calle residencial con muchas curvas. A continuación, de golpe, otro coche aceleró para adelantarnos, nos rozó el guardabarros y sedetuvo delante. Un tipo con abrigo y bufanda y el sombrero tapándole la cara se acercó para pedir disculpas.
Tan pronto como estuvo cerca del coche por el lado de Lin -continuó la señora Grayle -, se subió la bufanda más arriba de la nariz y nos puso delante una pistola reluciente. «Arriba las manos», dijo. «Esténse muy quietos y no tendremos el menor problema.» Luego un segundo individuo apareciópor el otro lado.
Nos pusimos de acuerdo para entregarlo ocho mil dólares.
Marriot era un chantajista de lujo, que vivía de las mujeres.
-Ah, señor Marlowe, muy amable de usted venir. Amthor alegrarse mucho.
Puse sobre la mesa el billete de cien dólares que me había dado el indio. Miré a mi espalda, pero mi acompañante ya había utilizado el ascensor para desaparecer.
-Parece...
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