administracion de empresas
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
LA HISTORIA DE TU VIDA
¿Heridas y frustraciones en tu niñez?
Alimento del alma
Aprende a controlar tu mente
Un eficaz detector de mentiras
Mentiroso, mentiroso
Crisis de autoridad en la familia
El plan de tu vida: la clave para triunfar
Unas vacaciones inolvidables
"La madurez del hombre es haber recobrado la serenidad con la que jugábamos cuando éramos
niños". Frederich Nietzsche
Recuperar tu vida es un proceso que puede comenzar con actividades tan sencillas como hacer
una reflexión acerca de ti mismo. Recuerda los detalles de tu niñez, las fortalezas y debilidades de
tus padres, de las posibles consecuencias de la relación con ellos. Te invito a que veas la película de tu infancia, sin censuras (no es aconsejable compartir la información con tus padres o parientes
cercanos). Te invito a que vayas a la playa o a un lugar apartado; piérdete todo un día y así tendrás
oportunidad de reflexionar sobre quién eres y quién deseas elegir ser.
Si posees una foto de cuando eras un niño, llévala; si todavía conservas algunos juguetes de tu
infancia, te aconsejo que sean parte de tu equipaje en este viaje, además de una libreta y un
lapicero. Al ver la foto, advertirás la alegría que emanaba de tus ojos cuando eras un niño. Verás a
un pequeño inocente, maravilloso, que sólo desea la oportunidad de vivir su propia vida. Este niño
no pidió nacer. Todo lo que querías como niño era un poco de alimento y amor.
Comparte tu intimidad
Inicia conociendo a tu niño desde el momento de su nacimiento. Cierra los ojos y recrea cada
detalle de lo que creas que haya pasado en ese momento. Toma a tu niño en tus brazos y háblale,
arrúllalo, mímalo y dile que lo vas a proteger el resto de tu vida.
Algunas veces es conveniente que compartas la historia de tu vida con uno o varios amigos.
Cuando te revelas, se crea un efecto casi mágico en los que te escuchan. Se crea un efecto de
empatía. La revelación cambia a quien lo hace, como a quien lo recibe. Cuando yo me abro a ti,
estoy siendo yo realmente, y al ser yo mismo en tus ojos, lo soy también en los míos, y con ello me
revelo a mí mismo. Me veo en mis palabras y en tu rostro; descubro mis fallas y mis aciertos en tus expresiones y voy gradualmente leyendo mi propia experiencia en tus ojos y en tus reacciones. Y
también tú cambias al oírme, al escucharme, tus propias experiencias afloran y vas pensando en
ellas y vas construyéndote junto conmigo.
Necesitas un buen oído que escuche
La autorevelación tiene el poder de cambiar el pasado en presente. Si te cuento parte de mi vida
pasada, no es para hacer evidente mi pasado y comportarme como una víctima. Es para que mi
pasado obre sobre mi presente, como yo lo veo y lo siento y así, al contarte hechos dolorosos de
mi vida que me sucedieron en el pasado, te estoy revelando sentimientos presentes. La reacción
que tú tengas de mi relato, es la medida de mi sinceridad. Si me pierdo en vaguedades, se pierde
tu interés como oyente y de eso fácilmente me doy cuenta que te estoy platicando un cuento
chino, que difícilmente me esté ayudando a construirme.
Hay que tener presente que cuando el fuego arde, las chispas brillan; y esto lo aplico en mi
autorevelación, porque a medida que el relato se acerca a la realidad, el interés que te cause será
mayor y tu expresión descubrirá las chispas que del cincel y del martillo emanan al moldear mi
vida.
Se vale ser feliz
Si ya has recuperado la tranquilidad, si el niño que llevas dentro ya ha resuelto parte de su dolor y
convive armoniosamente contigo, entonces vale la pena empezar a soñar.
Muchos de nosotros tenemos sueños muy complejos. No sabemos a dónde vamos, entonces ¿por
qué nos sorprendemos si no ...
Regístrate para leer el documento completo.