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El proceso de integración económica en Centroamérica, además de ser el pionero en América Latina y el Caribe, fue el más exitoso en términos del desarrollo del comercio intraregional y del impacto en la transformación productiva y la modernización industrial de los países integrantes. Sin embargo, desde inicios de los setenta dió claras muestras de agotamiento. En la década de losochenta, a las debilidades estructurales del esquema se unió una profunda crisis política que hizo desaparecer virtualmente las estructuras de la integración, en el marco de importantes cambios en la economía mundial, de la recesión internacional y de la crisis de la deuda externa en América Latina y el Caribe.
Sofocados los conflictos políticos regionales y verificándose cierta recuperación enel sector externo, a inicios de los noventa los países de la región retomaron con entusiasmo los esfuerzos por reconstruir el sistema de integración regional. No obstante, la forma de funcionamiento de las economías de la región y el escenario económico mundial al que Centroamérica se enfrenta son muy distintos a los prevalecientes a inicios de la crisis: retrocesos irreversibles en los mercadosde productos primarios vis a vis un visible dinamismo de los mercados de bienes y servicios con altos componentes tecnológicos, fragilidad de la estabilidad macroeconómica, un elevado poder de las instituciones financieras internacionales en la gestión de la política económica y las reformas estructurales, un paradigma dominante que objeta la integración Sur-Sur como alternativa de desarrollo y unafalta de claridad por parte de los gobiernos centroamericanos sobre las potencialidades de la integración, y sobre los pasos y mecanismos necesarios para promoverla.
Los esfuerzos emprendidos durante los últimos años, si bien han sido exitosos en recuperar los niveles del comercio intraregional, otorgan un importante nivel de prioridad política a la integración. Aunque esto se ha traducido enmayores niveles de cohesión entre los países y ha logrado cierta uniformidad en las políticas comerciales con el resto del mundo, las amenazas y los retos son enormes, y todavía queda mucho camino por recorrer.
Este documento no pretender ser innovador ni original. Su objetivo es destacar los antecedentes más importantes del proceso de integración en Centroamérica (sección II), los elementos decrisis que llevaron al colapso al sistema de integración (sección III), el nuevo escenario internacional y regional en el que se enmarcan los esfuerzos integracionistas (sección IV), y la más reciente historia de este proceso, rescatando en especial sus condicionantes más sobresalientes, las tensiones a las que ha estado sometido, y los éxitos, debilidades y vacíos resultantes. Se nutrió de unconjunto básico de referencias, las cuales han ofrecido un amplio panorama de la evolución de la integración en Centroamérica, y han aportado elementos analíticos de primer orden.
Bases del proceso de integración en Centroamérica
Aunque los esfuerzos de integración en Centroamérica se remontan incluso hasta el siglo pasado con los intentos de creación de una federación centroamericana, elcamino definitivo hacia un proceso de unión económica y política más firme y duradero se inició en 1951 con la constitución de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), con la creación, a lo largo de esa misma década, de unas 5 instituciones regionales de carácter sectorial, y con la instauración de tres instrumentos básicos de integración económica: el Régimen Centroamericano deIndustrias de Integración, el Tratado Multilateral de Libre Comercio e Integración Económica, y el Convenio Centroamericano sobre Equiparación de Gravámenes a la Importación. Con estos mecanismos e instituciones se crearon las bases del primer proceso de integración formal en América Latina y el Caribe (Chamorro y Nágera, 1996).
A inicios de los sesenta, el Tratado Multilateral de Libre Comercio, al...
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