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Hay circunstancia que parecen decir: “Las promesas de Dios no se cumplirán”, sin embargo, debes estar convencido de que Dios es tu amigo y Satanás, tu enemigo, quien intentará robarte la Palabra a cualquier costo. Por eso, la parábola del sembrador dice que las aves se comieron la semilla que cayó al lado del camino. Esta es una figura de Satanás, quiendesea robarnos la Palabra de bendición para nuestra vida.
La Escritura también dice que: “No solo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”, pero si nos la roban, ¿de qué viviremos? Ese ladrón que desea despojarnos de nuestro alimento espiritual es experto en crear circunstancias adversas. Incluso, utiliza “amistades” para sembrar la duda cuando debemos tener fe.Y al hablar de fe, es necesario diferenciar dos cosas importantes, las que nos retroalimentan como los testimonios y las enseñanzas, y las cosas que la fortalecen como las batallas que peleamos. Jesús peleó Sus batallas desde que nació, ya que las circunstancias fueron adversas. María pudo dudar de la promesa del ángel al ver que el hijo de Dios nacía en un establo, pero sabía que ese hecho nodeterminaba la naturaleza divina de Jesús. Por eso, debemos aprender que muchas veces afrontaremos situaciones difíciles que no deben alejarnos de las promesas del Señor.
Con el tiempo, Jesús creció y se fortaleció, sin embargo, tuvo que pasar cuarenta días en el desierto y después, muere en la cruz. Cualquiera habría perdido la fe, incluso Él, en medio del sufrimiento le preguntó al Padre por quélo había abandonado, pero no por sentirse solo, sino porque siendo justo, debía morir como pecador. Aunque seguramente en ese momento pensaba: “Solo faltan tres días para tomar Mi lugar a la diestra del Padre, porque esa es Su buena, agradable y perfecta voluntad para Mi vida”. Esa misma confianza debes demostrar frente a las adversidades.
Supera el rechazo
Marcos 15:8-14 relata: Y viniendola multitud, comenzó a pedir que hiciese como siempre les había hecho. Y Pilato les respondió diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos? Porque conocía que por envidia le habían entregado los principales sacerdotes. Mas los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que les soltase más bien a Barrabás. Respondiendo Pilato, les dijo otra vez: ¿Qué, pues, queréis que haga del quellamáis Rey de los judíos? Y ellos volvieron a dar voces:¡Crucifícale! Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aun más:¡Crucifícale!
Es triste pensarlo pero ciertamente la envidia hizo que condenaran a Jesús a morir crucificado. Según la costumbre romana, el pueblo judío tenía oportunidad de liberar a un preso y escogieron al asesino llamado Barrabás. Imagina ¡cómo sesintió Jesús ante esto! El rechazo fue terrible ya que lo estaban condenando a muerte, y no por ser malo, sino por ser bueno. ¿Dónde estaban los diez leprosos a quienes sanó, dándoles la oportunidad de reincorporarse a la sociedad? ¿Dónde estaba Magdalena, la mujer a quien liberó de siete demonios? ¿Por qué no se escuchó a Su favor la voz de la mujer que sanó del flujo de sangre, la voz de Lázaro o lade alguna de las personas a quienes dio de comer milagrosamente?¡Ninguno pidió que lo liberaran! Esta misma condena sucede cuando tu enemigo intenta hacerte dudar hiriendo tu alma, haciéndote sentir marginado y rechazado. Al no administrar tus sentimientos y dejarte manipular por aquellos que te rechazan, eres vulnerable a las tinieblas y podrías alejarte del llamado que el Señor te ha hecho. Estono es correcto porque siempre, de alguna forma, todos somos rechazados y debemos aprender a manejar dicha situación, para evitar que afecte nuestra identidad y limite nuestro potencial.
Pasamos la vida luchando por ser aceptados, pero la verdad es que a todos nos rechazan en algún momento. Si no es porque somos pobres, será porque tenemos dinero; si no nos rechazan porque tenemos la piel...
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