Administradora
9:58 PM | 8 comments
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El cuento es sencillo:
Que habían puesto a dos ratas en un tanque cilíndrico a nadar, sinposibilidad de salirse por ningun lado. Que a los 15 minutos una de las dos se fue a pique, y la otra, la que siguió nadando, fue rescatada con una plataforma.
Que al día siguiente otra vez dos ratas, unade ellas la sobreviviente. De igual modo, su compañera de desventuras se dio por vencida y se hundió, mientras ésta, la rata memoriosa, seguía a toda patita batiendo el agua. Que cuando parecióagotada sin remedio, los experimentadores volvieron a salvarla. Pero esta vez, el roedor había resistido el ejercicio por casi dos horas.
Moraleja?
La rata había "aprendido" -sin duda por suexperiencia anterior-, que había una chance de salvarse si conseguía continuar a flote. La opción era, pues, no dejar que el agua la cubriera.
Hay quienes han visto en este relato un paralelo con el humanosentimiento de laesperanza.
O con la sensación del ahogo inminente, también.
Ese escalofrío en la espalda del alma, en las vértebras del espíritu, cuando se sabe que el agua viene subiendo... Esacerteza de que algo hay que hacer: o levantar el cogote y ponerse en puntas de pie...y aguantar hasta donde se pueda... o meterle garra y nadar.
Los intérpretes de la esperanza explican que la ratitasalvada, al haber "registrado" que antes hubo una salida, en el siguiente intento no se rinde fácilmente, y es por eso que persevera.
¿Es eso, entonces, la esperanza?
¿Seguir nadando?¿Mantenersetozudamente en lo que ya se hizo antes?
¿Repetir? ¿Soportar más?¿Cuánto más?
Yo pensé más allá... Me imaginé en esos momentos en que mi vida era un tanque metálico sin fisuras. O un abismo que parecíainfinito. O una nave quemada, humeante y dolorida contra un cielo sin pájaros.
Cierto es que se hace imperioso resistir. Pero creo que no vencí por perseverar.
Le adjudican a San Agustín la...
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