ADN y ARN
Era un día como cualquier otro. La rutina se despereza y el ruido del tren despierta al pueblo.
Apenas se mueven las hojas de los árboles, todoalrededor es monótono.
Celeste comienza su jornada con sus quehaceres y sabe que hora tras hora, minuto a minuto se sucederán idéntico que ayer, sin variantes, sin sorpresas.
Alguna vez soñó cambiar suhistoria, alguna vez visionó una suerte distinta y una y mil veces se prometió a si misma ser protagonista de su destino.
Mi madre siempre dice que cada uno es prisionero de sus palabras y ésta no erala excepción. Esas palabras dichas a si misma quizás a solas y en voz alta golpeaban su mente y cada jornada se hacía más pesada y más tediosa.
Aunque parezca increíble hasta hace muy poco nuestromedio de comunicación eran las cartas por correo y le insistia periodicamente
– “Celeste, ¡no seas antigua! abrí tu cabeza, la tecnología está a nuestro servicio.” Y ella respondía – “Dame tiempo, yame modernizaré”.
Entre lineas yo interpretaba sus temores y su tímida predisposición a romper sus moldes. Por supuesto le tuve paciencia, supe que el proceso no era fácil para ella. En su interior seproducía una lucha que debía librar paulatinaménte.
El hecho de aferrarse a sus estructuras era un mecanismo de defensa.
Aún no se sentía preparada para tomar riesgos, yo la veía vulnerable, temerosa,insegura, qué se yo . . .
En mi intento de ayudarla a decidirse me cuestionaba que quizás mi carácter impulsibo solo la confundía más. Y en ese autoexámen resonaba en mi mente otra habitual cita demi madre “Demasiado análisis produce parálisis” y entonces concluía que debía seguir motivándola a salir de su inmovilidad.
Los días siguieron iguales. Uno tras otro.
Una tarde de verano recibonoticias suyas, pero esta vez via mail. Abro mi correo y un contacto nuevo se presenta formalmente. Cada vez que lo recuerdo me río . . . Era Celeste.
Aquél fue el primer indicio de que algo nuevo...
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