Adolecente-ensayo.

Adolescente
Martín Cecilio

La adolescencia es una etapa de la vida por la que todas las personas pasamos. En nuestra cultura occidental el adolescente enfrenta un a serie de situaciones que muchas veces no entiende; su cuerpo y su mente están en un proceso de cambio que no sabe manejar.
Los padres de familia, marcados por su propia adolescencia, tampoco saben como actuar en las situacionesque se presentan en el ámbito familiar.
Tomando en cuenta la serie de cambios que el adolescente sufre, a nivel físico, emocional, afectivo y sexual, se considera necesario brindarle apoyo psicológico y social para enfrentar ese proceso que le conducirá ala elaboración de su propia identidad.
Todo empieza cuando, en la escuela, entregarían las calificaciones, Artemio el personaje central estabaseguro del regaño de su padre por las materias reprobadas, sabía que su padre se iba a molestar, y que se perdería su relación de padre e hijo, que cada vez era más distante.
Artemio deseaba llevar cualquier otra cosa en las manos, cualquier otro cuerpo mutilado, y no esa evidencia tan esperada por don Ricardo, para demostrar a los demás que su hijo no servia para el estudio. Con la esperanza deque esta vez todo fuera bien se acercó a su padre con la compañía de sus amigos q lo rodeaban, esperaban la reacción de su padre tan predecible, expectantes y nerviosos se quedaron atrás, mientras Artemio quería ser comprendido y respaldado por ese hombre que en buena parte había colaborado para traerlo a la vida.
Don Ricardo recibió la boleta, con sus ojos entrecerrados vio al joven, mientrascaminando por la calle llena de piedras y polvo se le perdían las esperanzas y anhelos a Artemio.
Y ahí fue la primera vez que pensó en irse de su casa, pero temía muchas cosas todavía, con las materias reprobadas sabias que su relación con toda la familia cambiarían por completo, aunque no supo a ciencia cierta todo lo que pensó, eso no era un comienzo halagador para dejar los pantalones cortos.Las palabras del padre cuando lo regañaba fueron estas: ¡solo eso me faltaba chamaco cabrón! Que además de soportarte siempre con tus groserías, me vengas a pedir que te siga apoyando, ¿Cómo quieres ser maestro así, eh?, que cinismo el tuyo en verdad, ¿te burlas de mi o que?, no señor en esta casa no habrá ningún maestro, al menos no de mi voluntad. Y ve entendiendo esto de una ves por todas, yame canse de estar gastando dinero en ti a lo pendejo, sin que produzca algo de provecho. ¡Óyelo bien!, ¡esto se acabó!, ¡ni un peso mas para ti!, y si quieres seguir estudiando para ser “maestrillo”, ponte a trabajar, si quieres estrenar a trabajar, porque en este lugar, que tanto has o-fen-di-do con tus rebeldías hacia mi y tus hermanos, sólo podrás de ahora en adelante comer y dormir, así que a“chingarle”, porque no quiero parásitos en mi casa, entiéndelo bien, que no te quede duda en ¡mi casa!.
El deseo en ese instante casi matarlo del enojo y coraje que guardaba para no contestarle, sus dos hermanos también habían tenido problemas escolares y ya no estudiaban, por eso tenían mucha confianza en que Artemio terminara la escuela.
La vida de Artemio iba cambiando día con día el nosabia que ocurría con sus cambios internos y externos, con esas nuevas sensaciones y cambios de humor repentinos.
En el crecieron dudas que se estacionaron el en y no se iban eran muchos porque en su vida, ¿Por qué variaban incontrolables sus sentimientos?, ¿Qué le causaba angustia?, ¿Por qué sentía que toda la gente estaba en su contra?, ¿Por qué las cosas estúpidas le causaban tristeza, y lastristes risa?
Tantas angustias, tantos porque, que muchas veces pensó en que era mejor morir que sufrir todos estos cambios, por la angustia del desamor de su padre y su madre. Era mucha la presión que le causaba lo nuevo, como la eyaculación nocturna en sueños, la ansiedad por fumar, el propio olor desagradable del semen, el sonido distorsionado se su voz;
la manzana pronunciada en su garganta,...