Adoración
Paraadorarle debemos presentar nuestro cuerpo delante Suyo, levantar las manos, postrarnos, hacer que nuestra actitud le diga cuánto lo amamos y honramos1. Dios quiere escuchar el fruto de nuestros labiosque confiesen Su nombre y si puedo agradarlo haciéndolo, lo haré, lo adoraré como Él pide, no como se me antoja. Adorarlo con desgano, sin pasión es una falta de respeto, un insulto a Su grandeza,producto de nuestra mediocridad e inseguridad en quiénes somos.
Su voluntad perfecta es que le adoremos con todo lo que tenemos, que le reconozcamos como Dios, Señor y Salvador2, que nos presentemosdelante Suyo con pasión y convicción, bien plantados, orgullosos, pulcros, limpios en señal de respeto porque estamos ante nuestro Rey, no ante el amigote de la esquina. Ciertamente es nuestro mejoramigo, pero eso no le resta grandeza y majestad, así que ubícate y demuestra respeto ante tu Señor.
Nuestra adoración debe ser constante. La Biblia dice que ofrezcamos siempre sacrifico de alabanza, esdecir, sin parar y continuamente. También nos pide que alabemos con nuestros labios, con la ayuda que podemos ofrecer a los demás y con la obediencia a nuestros pastores quienes a su vez darán acción degracias por nuestra conducta3. Así que ¡nuestros actos de adoración generan más adoración! Qué glorioso es saberlo.
El Espíritu nos impulsa a adorar al Padre, nos da disposición y carácter deadoradores que no temen ni se avergüenzan por danzar y cantar delante de Su trono. Él embriaga como el vino4 y eso no debe darnos pena. ¿Acaso te avergonzaba bailar y tomar licor en las discotecas? ¿Por...
Regístrate para leer el documento completo.