Adviento

Un mundo para Fredy

Mi nombre es Sebastián; y un día empezó todo.
La puerta de mi oficina se abrió a las doce y cuarto de la media noche y por ella apareció mi enfermera, Tephi; en realidad se llamaba Stephani, pero desde que era pequeña la habían llamado así. Se acercó a mi mesa y espero a que yo le preguntara que quería. Nada más mirarle los ojos me di cuenta de que su expresión no era lade siempre la que yo solía conocer y a la que estaba acostumbrando. Tephi era una chica hermosa, iba a casarse en unos meses; y si la tenía conmigo era por su eficiencia tanto como su ánimo, siempre predispuestos a la alegría. Mis pacientes necesitaban tanto de eso como de lo que yo pudiera hacer por ellos.
¿Qué sucede?, quise saber al ver que ella no hablaba.
Han traído un niño, fue la primerapalabra que me dijo. Lo encontró anoche la policía municipal vagando por la calle, solo y perdido.
¿y que ha dicho?
Nada. No habla.
¿Es mudo, tiene un shock?
Será mejor que lo veas tú mismo.
Tephi no solía impresionarse ni afectarse por casi nada. No es que tenga el corazón duro ni llevando tantos años tratando con personas enfermas de la cabeza que ya hubiera insensibilizado. Para Tephi loimportante era ser fuerte ya que, solo así, lo sabía, estaría con disposición de dar lo mejor de sí misma a los demás. Yo la había visto llorar por alguien, afectada o impresionada, pero al siguiente paciente lo trataba con la misma dinámica e intensidad, el mismo cariño. Si ella inundaba su rostro con aquella mascara de gravedad, significa que nuestro niño perdido era singular ¿hasta qué punto?Lo supe en cuanto el atravesó la puerta de mi oficina.
Tendría unos 7 años de edad, aunque yo reconozco que me equivoque porque en aquellos días mi primer hijo y no era un experto en criaturas.
Pensé que tendría siete años porque era muy pequeño, menudo, extremadamente delgado, casi como los niños que podemos ver en cualquier informativo de la televisión, cuando se habla de campos refugiados ode los horrores de cualquier batalla.
Vestía unos pantalones cortos, una camiseta de colores y unas zapatillas sin medias.
Iba sucio, muy sucio, tenía el cabello largo, y su piel era blanca, muy blanca; tan blanca que… llevaba lentes oscuros, tan oscuros.
Quítale los lentes, le pedí a Tephi
Tephi, en lugar de hacer lo que le pedía, camino hasta la ventana de mi oficina, bajo la cortinainterior y cerro todas las ventanas, que oscureció la luz de mi oficina que estuve a punto de encender la luz de mi mesa. Ella me lo impidió.
Esta mañana, me dijo, casi se ha vuelto loco con la luz del sol. Parecía afectarle mucho.
¿Lo han llevado al oftalmólogo?
No
Mire al niño. Empezaba a moverse, como si en la semioscuridad pudiera ver mejor. Su cuerpo no se movía, pero su cabeza sí.
Pese a ello,lo más sorprendente fue cuando Tephi le saco los lentes oscuros. Entonces el niño parpadeo tres veces, como si todavía el exceso de iluminación le afectara mucho. Pero su siguiente acción fue más impresionante, y como impresionante quiero decir que me dejo asombrado. En cuanto pudo centrar sus ojos en mí, se hecho hacia un lado y se protegió detrás de una mesa. No se escondió: por lo contrario,saco una mano y fingió dispararme con algo, como si estuviera jugando , como si sostuviera una pistola en su mano.
Al ver que no sucedía nada, se miró la mano y luego empezó a mirar el lugar donde se encontraba. Toco el suelo, toco la pared.
Tephi no se movía, yo tampoco lo hacía. Jamás había visto nada parecido. Cuando me pare; el niño hizo algo más, dio la sensación de medir la habitación dondeél se encontraba, entonces se dirigió a la puerta por la que había entrado. Tephi le impidió salir y tuvo que hacerlo con fuerza, aunque no con violencia, porque el niño, al sentirse atrapado, se debatió entre sus manos.
De su boca no salió ningún sonido
¿Ahora me entiendes? Me dijo Tephi llevándolo hasta mí. Si comprendía, pero no mucho. Aquel niño estaba solo, sin orientación, desnutrido,...