Adviento
“Estén ustedes preparados, orando en todo tiempo…” (Lucas 21,36)
Así como San Juan Bautista iba contra la corriente de aquellos tiempos en su misión de preparar al pueblopara la primera venida de Jesús, tampoco podemos nosotros evitar el caminar contra la corriente del mundo actual, ahora que nos preparamos para la Segunda Venida del Señor.
En realidad, hay muchoselementos en el mundo que se contraponen a la ley del amor de Dios. No hace falta más que encender el televisor para tener una ventana al mundo de la violencia, el materialismo y la inmoralidadsexual. Cada día hay que decidir entre aceptar los criterios y las prácticas de la sociedad actual o vivir de un modo digno de la elevada vocación que hemos recibido en Cristo Jesús.
Pero nuestrallamada no se limita simplemente a rechazar el pecado; Dios nos invita también a poner en acción los dones espirituales que nos ha dado para contribuir a transformar el mundo. Cuando fuimos bautizados.Todos fuimos llenos del poder y el amor del Espíritu Santo. Aunque no siempre ponemos en práctica los dones y talentos que Dios nos ha dado, nos resulta demasiado fácil caer en la pasividad ydesaprovechar la vida espiritual que el Señor nos ha dado con tanta generosidad (Lucas 21.34).
Por eso, sabiendo que Cristo nos invita en este Adviento a prepararnos para su regreso en gloria, haz un altoen tus quehaceres diarios y piensa: “¿Estoy preparado para encontrarme con el Señor? ¿Me importa si los demás están o no preparados?” Pregúntate también si tratas de hacer la voluntad de Dios en tuvida diaria. El Señor quiere salvar a todos y a cada uno de los seres humanos, y te está llamando a ti para que des razón de la gracia salvadora de Cristo. ¡Ten tu corazón bien dispuesto pararecibir el amor del Señor y luego procura hacer todo lo que sea correcto con la gracia que tu Creador te inspire en el corazón!
“Señor, Dios mío, quiero ser como tus santos, que se empeñaron en...
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