Agencia de viaje
Después de 40 días,
igual que cuarenta siglos,
hoy abriste la ventana
que ocultaba tú sigilo;
y rompiendo tu silencio
una carta mehaz escrito.
Y te despides de mí
sin más razón ni motivo
que el deseo de cambiar
el paisaje a tu camino.
Cuarenta noches despierto
En mis sienesel delirio,
y en tu garganta el adiós
cuarenta días dormido.
yo que te alcé en un altar
de sueños y de suspiros,
y siete cirios de amor
con mifuego te he prendido.
Yo que en mi mente esculpí
tu cuerpo y tu rostro fino,
una ascua fue mi cerebro
y cinceles mis sentidos.
Y yo que golpeé mi vozcontra el espacio infinito,
no habiendo verso de amor
que en mi quedara dormido.
Y tú tan sólo me diste
niebla para mi camino;
tu mirar siempre lejanoy un corazón sin latidos;
y esa carta… y esa carta
con palabras de cuchillos.
Me dices con un adiós
que te abra paso al olvido.
Y tu firma. . .¡quédistinta. . .!
Ahora es nombre y apellido.
Bien, sólo vengo a decirte
que quedaremos tranquilos;
lo que tú me solicitas
tenlo ya por concedido,
espreciso que tú sepas
que amor yo jamás mendigo.
Y ese altar que levanté
de sueños y de suspiros,
no importa que por tu ausencia
hoy permanezca vacío,si se ha deshecho la cera
y se apagaron mis cirios.
Y tu figura labrada
en mi cerebro encendido
en tempestades de orgullo
un rayo la ha destruído.Y mis versos . . .¡Ah, mis versos!
Si nunca les diste oído,
¡que en un rincón del espacio
queden por siempre perdidos. . .!
Autor: Henry Kronfle.
Regístrate para leer el documento completo.