gnes Heller define a la vida cotidiana como la vida de todo hombre. En ella el hombre “pone en obra” toda su personalidad: todos sus sentidos, capacidades, habilidades,sentimientos, ideas. Justamente el hecho de que todas sus capacidades se pongan en obra determina una característica de la vida cotidiana, que es que en ninguna de ellasel hombre se absorbe por completo ni pone toda su intensidad (cuando estamos calentado agua en una pava, por ejemplo, no estamos pensado acerca de la temperatura a laque hierve el agua, ni acerca del origen de ese utensilio, ni por qué en esa pava y no con otra cosa. Si nos “absorberíamos” por completo en cada una de nuestrasactividades sería imposible el “liso despliegue” de la vida cotidiana del que habla Heller). También se caracteriza por ser heterogénea en el sentido de los diferentes tipos deactividades que se desarrollan en la vida cotidiana, tanto por su contenido como por su importancia, lo que va a estar determinado por el tiempo y espacio que ocupe elhombre. Pero esta heterogeneidad no es anárquica: está organizada de modo jerárquico. Esta jerarquía tiene que ver con un modo de organización, que va a depender de lasestructuras económico-sociales predominantes (Y del estrato al que se pertenezca en esa estructura). Por lo que se deduce que la jerarquía no es “eterna ni inmutable”, sinoque se modifica de acuerdo a dichas estructuras. Heller introduce el término “hombre entero” para denominar entonces a este hombre que se desarrolla en la vida cotidianarealizando una variedad heterogénea de actividades -en las cuales no puede focalizarse completamente- ordenadas jerárquicamente, según el tiempo histórico en el cual viva.
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