agobio del pasado

Agobiaba el pasado, lo percibía como un complemento de absurdos errores y sin embargo acudía a ellos de manera frecuente, tal vez buscando un refugio a sus desamparados sentimientos, y cada vez quelo hacía se encontraba de frente con si mismo negando y compartiendo con brillante adulterio los singulares tramos de su pasado. Pensaba en estrategias para evadir esta agotadora costumbre,interpretando sueños y posibles futuros, que contrarrestaría aquel análisis de tiempos lejanos. Qué complicada y abstracta se volvió su vida, recordando hechos pasados y tratando de contrarrestarloconvenciéndose que encontraría futuros benévolos. Se preguntaba en instantes de puro razonamiento antiprogresista cuando pensaría en el presente, en el instante y se sorprendía prensando nuevamente en el futuro.Se sentía agotado y sin respuesta ante aquel planteamiento, acudió a psicólogos, terapeutas que lo derivaban a diversos tratamientos sin ninguna respuesta. El tiempo se borró de su memoria, confundíahechos pasados con futuros, el presente se transformó en una suma de hechos pasados y futuros y cuando murió, creyó haber nacido, y cuando nació creyó haber muerto, su vida se transformó en unaperversa antítesis. hasta que una tarde mirando su reflejo en el agua descubrió que de eso se trataba el tiempo, que el hombre en su pensamiento estructurado había acomodado el tiempo para facilitar el ordenen su vida, para lograr el conformismo que tanto anhela, y que el agua en su bello resplandor, con sus lentas olas atravesando la arena en la playa reflejaba lo que verdaderamente no existe, elcuerpo, lo material y que quizás el fuego podría reflejar lo trascendental, lo relevante, lo único y verdaderamente verdadero.
Y mientras tanto el amor sigue allí aterrado por ausencia de adquisidores,aferrado a la única voluntad cercana, aquello que no existe, aquella ventana cerrada con llave, el cuerpo. De nada le sirve extender sus raíces más allá del tiempo y el espacio, romper con esquemas...