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NUEVO LAREDO, México, mayo 23, 2006.- Con sólo un cepillo y una pasta dental en su mochila a cuestas, una libreta con teléfonos y direcciones, así como algún dinero, Roger Nahúm, de 22 años,estudiante de Bachillerato, hizo 19 días de viaje desde su natal Honduras hasta la frontera de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Recorrió cientos de kilómetros en tren, autobús y caminando, siempre con el temorde ser arrestado por migración mexicana.

En su larga travesía Roger pedía a alguna persona le comprara el pasaje para no ser detectado.

Su objetivo era cruzar ilegalmente a los Estados Unidos yllegar al estado de Virginia para trabajar como pintor de casas.

“A veces no con tanto sufrimiento, pero gracias a Dios sí vinimos hasta acá rodeando retenes migratorios”, dijo Roger Nahúm Cruz,migrante.

Al llegar a la central de autobuses “Maclovio Herrera”, en la mirada de Roger se notaba la incertidumbre de qué hacer, hacia dónde ir y cómo llegar al Río Bravo.

Por teléfono contactó afamiliares en la Unión Americana. En un mini súper se abasteció de agua, comida enlatada y galletas. Como pudo llegó al Río Bravo para explorar el terreno y esperar el momento oportuno para burlar lavigilancia de los guarda fronteras.

“Voy a cruzarme, voy a buscar la hora correcta para poder irme para el otro lado, si me tengo que aguantar de aquí hasta media noche para cruzarme el Río Bravo,me lo voy a cruzar, aunque me cueste mucho”, dijo Roger Nahúm, migrante.

“Ya estoy aquí en el río y ya miro los Estados Unidos que son bien bellos ya no pienso echarme para atrás”, comentó RogerNahúm, migrante.

Y si le va bien, dice, hará realidad el sueño de su vida: ser cantante de rap.



A veces la enfermedad suele estar de dolor e impotencia. Sin embargo, para el migrante ecuatorianoFabián Carrera, resultó ser una enseñanza de vida que le ayudó a descubrir su vocación y amor por la guitarra. Labor que ahora complementa con obras de voluntariado social en clínicas de EE.UU....