aguacates juan

ien vivía en Moca después de trabajar por toda su vida en la plantación de aguacates de don José; ahora tenía que ir a la capital a ver si conseguíatrabajo. Su compadre Ramón (quien esperaban que le salieran los papeles para irse al exterior), le consiguió una entrevista para un trabajo en la gran ciudad.Atrás dejaba a su familia: sus hijos María (había terminado el bachillerato y quería estudiar mercadeo en la universidad de la capital), Juanito y José(bautizado con el nombre del patrón) y su esposa Esperanza y su casita con muy poco dinero. Después de salir de la finca solamente había conseguido trabajitos queno pagaban bien y del dinero de liquidación no quedaban rastros. Durante el viaje recordó sus intentos fallidos de conseguir otro empleo decente en su tierranatal, las entrevistas y los rechazos. Viajaba con la vergüenza del fracasado. Recordó también el día que vendieron la finca al hombre más ruin de la zona,que fue la razón por la que pidió su liquidación.
-“Usted y yo no nos gustamos y esto no va a funcionar. Búsqueme mis chelitos y así usted hace lo que quieracon esta tierra y su gente”. Nunca pensó que a la muerte de don José sus hijos venderían la finca, y menos a ese chupasangre contra quien don José habíaluchado tanto.

El trabajo que le había conseguido su compadre Ramón era para vender esquimalitos y tenía que disfrazarse de pingüino para venderlos en laesquina 27 de febrero con Lincoln que fue la que le asignaron., aunque en un abrir y cerrar de ojos le había cogido el piso a su nuevo trabajo, que... [continua]