Aguafuerte Argentina

Estoy cursando Periodismo y Literatura

Para marcar el punto de partida y ubicar geográficamente esta historia, les puedo dar la fecha exacta: ¡cómo olvidarla! Fue el martes 16 de agosto de2011 en el aula 10 de la facultad de Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora.
Siendo las 18.30 veo que entra él y, como siempre, busca uno de los asientos de la primera fila. Casualmente yome encontraba en la segunda hilera de bancos y tuve el gran honor de que escogiera el de mi lado izquierdo pues desafortunadamente –para ambos– la primera fila estaba llena.
Fue en ese precisoinstante en que me dije: "Esto era lo que me faltaba hoy para sellar un día de esos en que hubiera sido mejor elección apagar el despertador, taparse hasta la cabeza con el mullido acolchado azul y dejarsellevar por la fantasía". Sí, claro, la fantasía... Todo para poder inventar una buena excusa que convenza a mi jefe de que no me entregué al calor de las sábanas luego de una noche de lujuria y que,realmente, me ausenté del trabajo por un motivo más que justificado.
Como les decía, el gracioso sujeto se había sentado a mi lado y eso implicaba que la segunda hilera sería el centro de lasmiradas ese día.
Nadie podría resistirse a dedicarle una atenta mirada ante el sonido de la primera palabra pronunciada por esos gruesos labios masculinos que manifestaban la verborragia del ser humanocon quien hoy me había tocado –¿en suerte?– compartir asiento.
Quienes lo conocemos, me incluyo, tuvimos la premonición de que si algo de aburrido podían tener nuestras clases, esa sensación se habíaesfumado para dar paso a horas de disfrute asegurado y de generosas sonrisas que serán disimuladas pero no por ello dejarán de producirnos ese cosquilleo en el estómago.
El rubio en cuestión, estavez, comenzó ofreciendo el sonido de un papel de alfajor de chocolate. El clásico Jorgito. Y el aroma a vainilla inició su recorrido por el aula.
No conforme con ello, abrió un segundo paquete y,...