Agust N De Hipona

Agustín de Hipona. “Libro decimonoveno” en La Ciudad de Dios
José Miguel Olvera Puentes


San Agustín, en el libro decimonoveno de La Ciudad de Dios, contrasta la búsqueda de losantiguos del bien y el mal máximo con la visión del cristianismo. San Agustín describe cómo los antiguos consideraban que la virtud se desarrollaba a partir de la razón y otras facultadesexclusivamente humanas corporales y espirituales; en contraste, los cristianos previenen de la perversión y corrupción que fácilmente ocurren en el espíritu y cuerpo humano, por loque la única. Aunque enumera una serie de sectas filosóficas, afirma que sólo aquellas que busquen el sumo bien y el sumo mal verdaderamente hacen filosofía.
El cristianismo consideraque el sumo bien es la vida eterna y que la muerte eterna constituye el sumo mal. “Los que imaginaban que los fines de los bienes y de los males estaban en la vida presente, pretendierony quisieron con extraña vanidad ser en la tierra bienaventurados”. El cuerpo corruptible y esta nuestra casa de tierra grava y comprime el alma cargada de la multitud de pensamientosy cuidados.
El bien terrenal que debe ser buscado en esta vida temporal es la paz. Los preceptos cristianos obligan a amar al prójimo y a dios. Dado que la tierra es un lugar peligrosopara los hombres, una de las primeras obligaciones de éstos es proteger a su familia. San Agustín afirma que la paz universal se alcanzará hasta que por disposición del justo Juez(dios), todos alcancen lo que han merecido por sus acciones terrenales.
El concepto del pecado, de acuerdo con los preceptos del cristianismo, hace que la libertad natural se convierta enesclavitud. Esto se debe que aunque en apariencia un hombre de perversa libertad no esté sometido a la voluntad de otros hombres, si es esclavo de su propio apetito pecaminoso.