ah eltiempo
Hasta las postrimerías del siglo xix físicos definían el tiempo como una variable independiente. Porque, en efecto, el tiempo clásico era infinito. No le quedaba remedio, pues, si no lo hubiese sido, si hubiera tenido un principio y un final, por dilatado que fuese el lapso que mediara entre ambos, el tiempo ya no sería una independiente. ¿Cómo podría cambiar ante lainexistencia de un algo independiente que este ahí justamente para eso, para que las cosas cambien? La responsabilidad de no cambiar para que las cosas también, la necesidad de ser infinito para que todo tenga un fin, la desoladora exigencia de ser testigo de todo cuanto ocurre y a la vez de no participar en nada.
Nietzche, uno de los filósofos que mejor comprendió la ciencia de su época, encontró en lainfinitud del tiempo un silogismo impecable: si el tiempo es infinito, y las cosas ocurren ene l tiempo, entonces todas las cosas ocurrirán infinitas veces. Lo que fue, es y será hasta el fin de los tiempos; pero como los tiempos no tienen fin, lo que fue, es y seguirá siéndolo hasta el infinito; lo que fue, pues, retornara eternamente.
2.-La esquiva realidad
Entre muchas otras cosas, el sigloxx trajo una revolución a la física. Y el bueno del tiempo clásico fue de las principales consecuencias de la teoría especial de la relatividad, que propuso Albert Einstein en 1905, es que el tiempo no era, como se pensaba hasta entonces, una variable independiente. Y si no lo era, tendría a su vez que depender de algo, y ese algo es, ni más ni menos, la velocidad de la luz en el vacío.
Lateoría de Albert Einstein nos indica que el tiempo transcurre más despacio conforme más rápido se mueve un objeto. Asi, si un objeto alcanzara (cosa que es imposible en la práctica, pero no imposible de imaginar) esa velocidad limite, el tiempo simplemente dejaría de transcurrir en él.
3.-Complementarios contradictorios
El espíritu romántico y el espíritu científico parecen antagónicos. Mientras queel primero cuestiona y rechaza el mundo que laboriosamente ha construido la economía libre mercado, el segundo es el hijo adoptivo más preciado y consentido del capitalismo. Después de haber pasado muchos siglos refugiada en las mentes y en los laboratorios de personas excéntricas, en el mejor de los casos, cuando no alienadas y malévolas, o peor aún, impías, agnósticas, y blasfemas que se habíanatrevido a poner en duda las Sagradas Escrituras, la ciencia era acogida con entusiasmo por el mundo que se estaba conformando a finales del siglo xviii y principios del xix, cuando los triunfantes señores del capital descubrieron el enorme potencial del quehacer científico y en especial, de su eterna entenada, la tecnología, para generar riqueza.
En esa misma época, mientras que el estudio de laeficacia ideal de una maquina térmica, o de los caprichosos impulsos que surgen del contacto de ciertos metales con la salmuera y que son capaces de estirar el anca de una rana, se convierten en temas dignos de tratarse en las más afamadas universidades europeas, los primeros románticos reniegan de ese nuevo orden burgués, despiadado utilitario e insensible que comienza a asomarse por elhorizonte. Y refugian su arte en el mitico pasado, o de plano en lugares donde siempre ha reinado la fantasía y la imaginación, y conducen sus vidas en congruencia con su rebeldía: son indómitos, bohemios, escandalosos, trágicos y anárquicos; justo lo opuesto a lo que dictamina la moral burguesa, epitome de la hipocresía y la contención. Muchos de ellos, siguiendo el ejemplo del genial Lord Byron, deplano dejaron que su vida se consumiera como un relámpago de magnesio cuando aun eran muy jóvenes, ya sea descuidando su salud y forzándola a todos los excesos (la tuberculosis, que medra sobre cuerpos débiles y desnutridos, se convirtió en la enfermedad paradigmática de los románticos), o arrancándosela de su propia mano.
5.-Y vio que la luz era buena
Cuenta la Biblia que el primer dia de...
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