Ah Est Te Toco El Mono

“¡Ahí está, te toco el mono!”

Un simple seis de enero cualquiera, hace frío y estas sofocado pero a gusto entre las mil y un cobijas. Son las nueve de la mañana, el sol entra por la ventana despertándote con su luz. Cual vampiro, te descobijas una pequeña parte de la cara para ver la hora. Tardas más en desbloquear el celular que en lo que escuchas la irritante voz de tu madre “¡Ya levántateJuanito, que hay que ir a partir la rosca con tus tíos!”.

En ese momento, si te fue bien en navidad piensas “Mmm rico, el azúcar blanquito, el atecito rojo o verde y un chocolatito, ¿Por qué no?”. Pero, si en navidad y año nuevo te perdiste en el alcohol e hiciste el ridículo frente a todos, te enfermaste del estómago por comerte los romeritos de tu tía Inés, olvidaste comprar los regalos y en elintercambio del trabajo te regalaron un libro de autoayuda; te dices a ti mismo “Maldita rosca y de seguro me va a tocar el mono.”

Para esto, en lo que estas en la encrucijada de ir o no ir, suena el estruendoso ruido de un cristal rompiéndose y el alarido grito de tu madre. “¡Aaaaaaaaaaaaaay!”, como buena señora mexicana no falta la inmediata continuación grosera, de las típicas de las madres.Dicen que si no rompe algo iniciando el año nuevo, no es tu madre. De seguro, como siempre, era el famoso chocolate que ya te estabas saboreando, para bien o para mal, porque el de la tía Inés lo único que te produce es vomito seguro.

Finalmente, llegas a dos conclusiones irremediables: uno, tendrás que ir a la fuerza, porque son épocas de tiempo familiar de “calidad” y más mantenerlos de buenas siplaneas cumplir tu propósito de año nuevo de estrenar coche; dos, definitivamente tu sueño ha abandonado el lugar.

Durante el camino a la sagrada casa de tus tíos, sale el gato encerrado. Resulta que no solo vas a tener que soportar a la familia, sino que cual presidenta, tu madre ya confeso tener otras dos roscas a las cuales tienes que ir. Te pones los lentes de sol, porque te va pegandodirectamente en la cara y por supuesto, no quieres que vean tu gesto de desprecio total que igual escapa en tu sonrisa fingida y piensas “Dios, que bueno que uno de mis propósitos es ir al gimnasio a partir de mañana”.

Mientras tanto, miras a tus hermanos que si son más chicos, mueren de emoción y son más viejos que tú, tienen la misma expresión. Y tú te atreves a seguir pensando “! Dios, que no metoque el mono, por favor”. Sin darte cuenta de la blasfemia que estás pensando. No solo es una tradición, para algunos es un indicio de que te sucederán cosas buenas este año incluso hasta una bendición. Pero tú, igual, le sigues y le seguirás diciendo “mono”.

Es medio día, ya saludaste a los 4400 tíos y primos que vinieron desde Monterrey, Chihuahua, China, Japón, etcétera y claro, a losmorelianos que aunque viven aquí, procuras frecuentarlos lo menos posible. Ya te preguntaron si tienes novio o novia, si sí que bueno, excelente; sino, “Hay mi niña, pero tu tan bonita y sin novio, ¿qué es eso?”. Ya te extrajeron la misma información y te dieron la misma información inútil que te dieron en navidad y año nuevo, que seguro almacenaras en algún recóndito lugar de tu memoria, cerca del saborde los romeritos de la tía Inés.

Casi por intervención divina y solo falta gritar “Aleluya” y aire artificial junto con la luz de iluminación de la rosa de Guadalupe, alguien dice “Pues, ya hay que partir la rosca ¿no?”. El bendito momento pasa, nadie respeta las reglas, todo el mundo la parte donde quiere o si dicen que como están sentados, de todos modos no falta quien empieza el desorden ytermina siendo al contrario.

Entonces, llega tu momento, no dejas de pensar “Dios, por favor, por favor, que no me toque el mono” y lo haces por dos razones: uno, porque ya viste que le salieron a medio mundo y faltan pocos o porque de tu familia, no ha salido ninguno y no quieres ser tú el que seguramente le harán bullying todo el día o peor hasta la sagrada tamaliza.

Te encomiendas a todos los...