Aires Sureños
[pic]
Tarde de sábado. El tren se detiene en la estación desierta y nosotros con seis valijas pisamos el andén.
Campana, saludos, humo, silbido del tren....
En la estación no queda nadie. Silencio , viento y algún cardo ruso rodando.
La silueta del tren , cada vez más lejana, nos daba cuenta de que solo nos quedaba una posibilidad: Marchar hacia la escuela.
En eso un taxidesvencijado llegó a la estación en busca de fortuitos pasajeros y nos sentimos mejor.
Cargamos nuestras cosas, nos acomodamos en el auto, y confiados dijimos: “ A la escuela de Rincón de Cruz”.
-Al peor lugar, los mandaron- nos dijo el chofer.
Pero nosotros, con veinte años casi no hicimos caso y seguimos viaje.
Luego de pasar por Choele Choel, entrar a la isla, pasar por Luis Beltrán yrecorrer un buen tramo de camino de ripio por entre las chacras llegamos a la escuela.
Patio, mástil, dos habitaciones con techo de chapa, una el aula y la otra “la casa habitación”, un baño lejos, la bomba...
Bajamos nuestras cosas y entramos. Nos habían informado que la “vivienda” estaba amoblada y nos encontramos con una mesa grande, dos sillas y una camita de una plaza y una salamandra. Eso eratodo.
Empezamos a acomodar nuestras cosas. Pese a todo el entusiasmo no decaía.
Cuando comienza a anochecer buscamos “la luz”. Lo único que había era un farolito con mecha a querosene. Lo prendimos, prendimos la salamandra (era julio y hacía frío) y ni bien se hizo la noche nos acostamos.
Durante toda la noche, tratamos de acomodarnos y de taparnos, pero la camita angosta no lo permitía y el fríoapretaba.
Temprano nos levantamos. Buscamos ramitas y volvimos a prender la salamandra. Calentamos agua y con unas galletitas que nos habían quedado, tomamos unos mates.
Ordenamos y salimos a recorrer el lugar. Alrededor.....nada. A unos doscientos metros un ranchito de adobe, de los Gonzalez. Hasta allí nos dirigimos en busca de contratar un lugar para almorzar y cenar, ya que no había nada enla escuela y pensábamos quedarnos poco tiempo allí, pues nuestro destino final era Pilcaniyeu.
LOS GONZALEZ
Vivían a unos doscientos metros. El patio de la escuela estaba rodeado por las franjas de tierra que trabajaban.
Nos acercamos. Nos presentamos y nos hicieron pasar. Muy humildes pero muy amables. Vivía el matrimonio y varios hijos grandes.
El rancho de adobe ychapas con piso de tierra estaba ordenado. Nos miramos y contratamos almuerzo y cena, ya que no teníamos posibilidad de cocinar ni de trasladarnos.
Esa noche cenamos… Guiso de cordero… Fuerte, muy condimentado y grasoso. No había otra cosa.
Para sentarse a la mesa, los hijos que venían de trabajar, “se higienizaban”. Bueno es una forma de decir. Se mojaban dos dedos en el tanque de agua de lacocina económica y con eso se repasaban la cara y se peinaban.
Nos pusieron al tanto de la zona y el pueblo.
El regreso a la escuela, nuestra casa, fue rápido. Hacía mucho frío y alumbrábamos el sendero con linterna.
INTENDENTE DURAN
El lunes a la mañana y a la tarde atendimos a los pocos alumnos que se habían enterado “ que había maestros” en la escuela.
Luego de despedir a los últimoschicos y cuando nos preparábamos para tomar algo calentito, oímos frenar un auto en el patio de la escuela.
Era el Intendente Durán. Enterado de nuestra presencia se acercó a saludarnos. Cuando vio con que nos alumbrába-mos se fue hasta el pueblo y nos trajo un farol “Radiosol”, querosene y hasta la alcuza con alcohol para prenderlo.
¡ Qué emoción¡ ¡Se hizo la luz¡ ¡Hasta podíamos leer¡.
Esefue el primer gesto que nos hizo empezar a querer ese lugar.
Luego empezamos a sentir el apoyo de toda la comunidad.
García, un encargado de una chacra vecina, nos invitó a cenar para darnos la bienvenida.
Vivía, junto a su esposa y dos chicos, alumnos de la escuela, a unos 500 metros en una casa de material.
Qué fiesta!! Jamón crudo, berenjenas en escabeche, morrones, tomates, ajíes en...
Regístrate para leer el documento completo.