Al comenzar el día
Estoy libre de tensiones enojosas y una inconsútil paz desciende de lo alto hasta los más oscuros rincones de mi ser. Se que mi comprensión espiritual seacrecentará en este día. Se que más y más, la luz de la Verdad iluminará mi sendero, por tortuoso y difícil que este aparezca desde el punto de vista de la tierra baja. Andándolo, apoyado en el báculo dela Fe, un día escalaré las alturas con que sueño.
He de vivir este día hasta los últimos límites de sus posibilidades, absorbiendo todas sus bendiciones, utilizando sabiamente las oportunidades queme depara para crecer y aprender, para hacer el bien y para gozar la poesía y la belleza que se derrama sobre el mundo, santificándolo, impartiéndole un Sentido que desafía todas las incongruenciastemporales.
Considero este día y todos los que le seguirán como parte de la Eternidad. Él hizo todo hermoso, a su tiempo; y puso la eternidad en medio de su corazón. Mi gratitud se desborda hacia elCreador, por el don de este día, que me llevará un paso más cerca de su Reino, unas horas más cerca del Infinito.
por Miguel R. Mendoza (1901-1966)
Parece imposible –como harto lo sabe todohombre que haya ensayado siquiera empíricamente el cultivo de sí mismo- lograr un acoplamiento perfecto entre la vida real y la vida ideal. A medida que avanzamos en años vamos advirtiendo que la...
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