alain badieu

El Hombre: ¿Animal viviente o singularidad inmortal?
El centro de la cuestión es la suposición de un sujeto humano universal, capaz de ordenar la ética según los derechos del hombre y las accioneshumanitarias.
La ética define al hombre como una víctima; en efecto seamos precisos, el hombre es aquel que es capaz de reconocerse a sí mismo como victima.
Esta definición es inaceptable por tresrazones:
1.- Porque el estado de victima, asimila al hombre a su pura y simple identidad animal viviente. Cierto, la humanidad es una especie animal. Pero este rol no puede singularizarla en el mundode lo viviente. En tanto que verdugo, el hombre es una abyección animal, pero es preciso tener el coraje de decir que en tanto victima en general no tiene valor mayor, todos los relatos de torturadosy sobrevivientes lo indican, si los verdugos o burócratas de los calabozos y los campos pueden tratar a sus victimas como animales y con los cuales no tienen nada en común, es que las victimas hanrealmente devenido animales, se ha hecho lo necesario para eso. Es por un esfuerzo a la manera de una resistencia casi incomprensible, en ellos que no coincide la identidad de victimas. Ahí está elhombre, en aquello que hace que se trate de una bestia resistente diferente de los caballos por su obstinación a persistir en lo que es, es decir, precisamente, otra cosa que una victima, otra cosa queser-para-la-muerte, o sea: otra cosa que un mortal.
Un inmortal: es el hombre, en la medida en que se singulariza en el torrente multiforme y rapaz de la vida. Para pensar lo concerniente al hombre,debemos partir de aquí. De tal manera que si existen los “derechos del hombre”, estos no son seguramente los derechos de la vida contra la muerte; que finalmente muramos no cambia nada la identidad delhombre como inmortal, en el instante en el que afirma lo que es a contrapelo de querer-ser-un-animal al que la circunstancia lo expone, y cada hombre, se sabe imprevisiblemente, es capaz de ser...