Alan Ascatura
Los malos hábitos posturales están íntimamente relacionados con eltipo de trabajo o la actividad diaria. Ejemplos de ello son el trabajo de oficina, en fábricas de producción en cadena, conduciendo o estudiando y, en general, los trabajos que exigen estar muchashoras quietos, sentados y con posturas forzadas. La razón es que las piernas y los pies se utilizan muy poco en estas actividades y, además, permanecer sentados usando continuamente las manos obliga autilizar con más frecuencia y de forma asimétrica los grupos musculares de la espalda, cuello y hombros. Estas posiciones mantenidas durante largos periodos de tiempo resultan perjudiciales para losmúsculos y las articulaciones.
El peso del cuerpo tiende a caer hacia delante, de modo que la espalda soporta toda la carga. A veces, para aliviarnos, desviamos el peso hacia las caderas y es entoncescuando sufren las articulaciones de las vértebras lumbares.
Las sillas anatómicas son eficaces pero no constituyen la solución. Además, de cambiar de postura hay que vigilar el modo en el que nossentamos. Para hacerlo bien hay que mantener la cabeza erguida, los hombros elevados y la espalda relajada y bien apoyada en el respaldo de la silla.
La importancia de los elementos de descanso
Lacama, el colchón y la almohada son elementos de descanso que, si no son idóneos, generan molestias, dolores articulares, tortícolis y contracciones musculares. Debemos tener en cuenta que la terceraparte de nuestra vida la pasamos en la cama, y que, además, en ella y durante el sueño la relajación muscular es casi total.
Las molestias más frecuentes de las personas que realizan su trabajo...
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