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LA CRÍTICA LITERARIA
La primera cuestión que se podría plantear en una mesa redonda
sobre crítica literariat es la de su necesidad o legitimidad. Son

muchos, en efecto, los que niegan todo papel a Ia crítica, diciendo que las obras literarias se hicieron para que las goce
ingenuamente el lector, para que éste recree y reviva la intuición
y la emoción del poeta,'zy que lo que hace el crítico esinterponerse, como cuerpo opaco y estorboso, entre Ia obra y el
lcctor.
Lo que pasa, claro, es que hay críticos y crlticos, de la misma
nranera que hay lectores y lectores. De los nueve a los once
años fui yo lector fanático de Emilio Salgari sin que entre él
y yo se interpusiera ningún crítico (y para las lectoras fanáticas de Corín Tellado cualquier crítico sería un estorbo). Pero
ir losveintidós años, cuando leí por primera vez a Neruda, y a

los veinticinco, cuando leí por primera vez a Góngora, ¡qué

ritiles me fueron Amado Alonso y Dámaso Alonso! La función
cxegética, sin honduras "filosóficas", podrá ser una de las más
clementales de la crítica, pero esa modesta función puede resultar indispensable. El lector del siglo xvII leía el Quijote sin
ninguna ayuda exegética, pero no hayduda de que el del siglo
xx necesita una buena edición anotada si es que quiere gozar
plenamente a Cervantes. Por otra parte, ¿cómo cerrar los ojos
rrl hecho de que hay críticos malos, críticos torpes, críticos
lontos? Pero ésos no nos interesan ahora. Nos interesan los
buenos, que existen
han existido siempre- no por otra
-y en la repriblica de las letras.
nrzón que por su utilidad
I Pone¡cia leldaen la mesa rcdonda "La cltica litera¡ia en México", orgadzaala
l)t)r la Dirección de Difusi6n Cultural de la UNAM, el 4 de octubre de 1955, en Ia
lrircuhad de Filosofía y Letras.
7 Poeta sigLifica aq,I'f " escritor", "autor de una obra litlra¡ia" (poesla, novela,
et|tlcú); pocma sig¡ifica "obra lil€raria". Es el uso alemán. (Nota de 1993.)

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El buen crítico no estorba, sino ayuda, y su misión,entre
otras cosas, es de índole pedagógica, pues guía a los demás
lectores. El crític o es un lector, pero un lector más alerta y más
'1otal", de sensibilidad más aguda: las cualidades de recepción
del lector corriente están como extremadas y exacerbadas en
el lector especial que es el crítico. Y éste, además, tiene una
íntima neceiidad di comunicación: debe participar a otros la
impresiónrecibida. Recrea, en cierta forma, la obra del poeta;
es una especie de creador. En el poeta, la creación tiene un
carácter absoluto: él no juzga. El crítico sí juzga, pero en esta
tarea no se apoya fundamentalmente en bases científicas, sino
en una intuición personal iluminada por la inteligencia'. Si el poeta noí comunica una experiencia, una intuición intensa --y sólo las verdaderas obras literariasson capaces de
comunicárnoslas-, el crítico nos comunica su experiencia del
poema. El creador original parte de la emoción suscitada en él
ior un hecho de la naturaleza, de la humanidad, de su vivencia
personal, de su fantasía. El crítico parte, creadoramente, de su
impresión de la obra literaria. Si todo lector refleja, como un
esf,ejo, la experiencia artística transmitida por elpoema,el.crítico, tector piivitegiado, dotado no sólo de mayor receptividad
y de mayoi sagacidad literaria, sino también de la capacidad
á" comunica"ién, es un espejo mucho más fiel y sensible, de
más pronta respuesta. Y, además, un espejo mucho más amplio,
mucño más capaz de reflejar en toda su complejidad la e-sencia
de la obra. Laslmpresiones que en el lector ordinario son difusas
e imprecisas, se danorganizadas, coherentes y luminosas en el
crítico.
El crítico será tanto más perfecto cuanto más perfectamente
sepa recibir y transmitir el modo peculiar de experiencia que
se'manifiestá en el poema. Entre el crítico excepcional y el
criticastro hay una gama infinita, análoga a la que hay entre
el poeta genial y el poetastro. Lo que hace al gran poeta es su
módo deixperiénciá especialmente valioso, y...