ALBA FLESLER El niño en análisis y el lugar de los padres

ALBA FLESLER- EL NIÑO EN ANÁLISIS Y EL LUGAR DE LOS PADRES.
CAPÍTULO 1: EL NIÑO EN ANÁLISIS.
Cuando un niño llega al consultorio, lo hace muchas veces por lo que genera en el adulto que lo lleva, de ahí surge la importancia de darle lugar a lo que despierta ese niño en el adulto. Cuando se atienden las significaciones diversas que un niño recrea en el psiquismo de un adulto, encontramos lacondensada localización que ocupa el niño en cualquier ser humano.
La complejidad del análisis con niños es tal que no se puede dejar de analizar todas las variables que intervienen, estando en el centro de la polémica el hecho de integrar a los padres o no, siendo que en la mayoría de los casos son ellos quienes traen a estos niños, traen a sus hijos.
La polémica que siempre estuvo vigente respectoque el marco teórico del psicoanálisis, al ser diseñado para pacientes adultos, lleno al origen mismo del psicoanálisis de obstáculos y contradicciones. Freud no fue el padre del psicoanálisis con niños, incluso planteó problemas y reparos cuando se trataba de atender a los que no se ajustaban al explicito marco conceptual (neurosis narcisistas, psicosis, ancianos, niños). Para Freud los niños noson analizables en el sentido de que no van a consultar por su propia voluntad, sino porque a algún adulto le genera dificultades este niño.
Es preciso reconocer que el niño hizo presente un real en la clínica analítica, trajo problemas. Cuando un problema es imaginario, suelen plantearse soluciones que se debaten entre todo o nada, se restringe la salida del problema a opciones terminantes, comoimpotencia u omnipotencia del acto analítico. En cambio, un problema real, nos invita a delimitar ese real, su perspectiva descreída de la operatividad exacta se aboca a delimitar un problema y desprenderlo de una perspectiva paralizante, apostando a un acto posible. Siguiendo esta segunda opción, podemos decir que los niños ni son analizables igual que los adultos, ni dejan de ser analizables porno ser adultos.
Anna Freud tomó el psicoanálisis freudiano y acepto la tarea de su padre de continuar, lo hizo con niños en un enlace entre pedagogía y psicoanálisis, siendo que Freud decía que es imposible un psicoanálisis que se proponga educar.
El niño en psicoanálisis despertó, tanto en la práctica como en la clínica, una verdaderaconmoción, cuestionando los saberes consabidos.Así, surge unapregunta fundamental: ¿ qué es un niño?
Para un adulto, un niño es el equivalente de una falta. Freud lo escribe en su ecuación NINO= FALO, también delimitó la importancia del niño en el narcisismo de los padres, “su majestad el bebé”. Pero no solo lo hizo equivaler simbólicamente al objeto que le falta a un adulto, además expresó que puede realizar la presencia del objeto del fantasma del adulto.Un niño condensa para quien lo anhela una expectativa que requiere verse satisfecha y que invita al sujeto muy tempranamente a ocupar el lugar de objeto colmante, no solo en el plano del deseo, sino del amor y del goce de los padres. Un ser humano llega al mundo tejido en el entrecruzamiento de sus modos expectantes del adulto que en los huecos de su trama le darán cabida como objeto del deseo,del amor y del goce. Freud lo explicó en “Pegan a un niño”, por eso los padres traen al niño a consulta, pero también por eso lo sacan. Esto se muestra ante las vicisitudes del deseo, amor y goce de los padres.
Un niño llega a existir, en principio, gracias a la significación que guarda para otro en la estructura del ser humano, también para los analistas, por lo que se remarca la importancia dedelimitar qué es un niño para el analista.
El psicoanálisis de niños como especialidad intentó responder a un problema: los niños no eran abordables por la vía habitual destinada a los pacientes adultos, por eso para los pequeños se creó una técnica especial. El psicoanálisis de niños tomó como especialidad por objeto de su disciplina al niño, invitando así a una confusión. Si el objeto del...