ALBERT EINSTEIN

ALBERT EINSTEIN

Una característica esencial, el genio es ante todo un monomaníanco. Es decir, que consagra el grueso de sus reflexiones, de sus pensamientos, al objeto de su creación, con unaenergía y una perseverancia que jamás flaquean. El genio persigue sus ideas con una paciencia obsesiva, en medio de una tensión psíquica, una excitación intelectual y afectiva a menudo muy intensa, quepuede llegar a hacerle parecer a veces un poseso, olvidándose de comer y de dormir. El genio vive en un mundo en el que todo es música, matemática, literatura o arte, y da siempre prioridad a lasreflexiones sobre ese campo creativo con respecto a todo lo demás, a cualquier otra satisfacción de la vida cotidiana. El genio posee la preciada facultad de dispones de una extraordinaria penetración yagudeza para los temas que trata, como si tuviera una percepción original, y a veces incomunicable, de los mismos, como si hubiera desarrollado una complicidad especial con ellos. “Su mente parece penetraren un problema como la mano en un guante”, afirma Gerald Holton. Por otro lado, es evidente que los grandes creadores son técnicos sin igual en su especialidad, cuyas normas y métodos dominan a laperfección y muchas veces inventan ellos mismos.
“NADA DE CALCETINES; NO HACEN MAS QUE AGUJEREARSE”
La intensa y permanente concentración en sus temas de reflexión explica otra característica de loscreadores: suelen ser muy despistados y apenas conceden importancia a los aspectos tradicionales de la vida en sociedad. Einstein traía por la calle de la amargura a su mujer porque no le importabaponerse una chaqueta rota o salir sin sombrero cuando estaba lloviendo y había decidido no llevar calcetines porque le parecía que se rompían enseguida. En el fondo, los genios son seres solitarios, aunqueaparenten ser alegres invitados o buenos padres de familia.
“Mi profundo sentido de la justicia social y de la responsabilidad social siempre ha contrastado curiosamente con mi notoria falta de...