ALberto Aguirre
Páginas: 2 (431 palabras)
Publicado: 17 de mayo de 2013
ALBERTO AGUIRRE, SU ÚLTIMO “CUADRO”
Por ERNESTO OCHOA | Publicado el 8 de septiembre de 2012
Alberto Aguirre detestó siempre las notas necrológicas. Lejos de mí ofender su memoria con unpanegírico “post mortem ”, como él solía decir y que tanto odiaba. Nadie como él despreció el “inútil premio de la inmortalidad”, de que habla un poeta chino.
Pero cómo acallar, apaciguar mejor, no tantolas palabras como los silencios que se agolpan en el alma ante la ausente presencia del amigo, del maestro. Porque eso, maestro y amigo, por encima de todo, es Alberto. Es, en presente; no era o fue,en pretérito.
Releo entonces, en la silenciosa compañía de su ausencia, el volumen que recogió en 1984 sus columnas escritas en El Mundo. Y echo mano de conceptos míos de esa época que, porque séque Alberto los leyó en vida, son sinceros también hoy, tras su fallecimiento.
“Cuadro”, nombre de sus columnas que sirvió de título al volumen, no es una simple recopilación de artículosperiodísticos, sino una recreación, por la ardua selección, por el ordenamiento en capítulos con claras intenciones, por la configuración de ellos como libro. Se recopila para el recuerdo o para el olvido, paraalimentar la vanidad o la nostalgia. Alberto Aguirre es un eterno degollador de nostalgias y vanidades. Y una mente hecha de ascetismos intelectuales, que no da pábulo a inútiles frondosidades...No hay ni una sola línea de los “Cuadros” de Alberto Aguirre que no haya sido conscientemente escrita. Más que escrita, sufrida, paladeadamente sufrida… En la obra no hay fisuras ni infidelidades auna postura, a unos principios y criterios, a un enfoque de la vida y de las cosas. Uno puede no estar de acuerdo con él, pero debe reconocer que es macizo y no cae en contradicciones. Ni se adviertencansancios, rupturas y agotamientos en su labor periodística.
Hay otra virtud en Aguirre: el valor para decir la verdad. Aunque duela, a los demás y a él mismo. Siempre de frente, a ratos...
Por ERNESTO OCHOA | Publicado el 8 de septiembre de 2012
Alberto Aguirre detestó siempre las notas necrológicas. Lejos de mí ofender su memoria con unpanegírico “post mortem ”, como él solía decir y que tanto odiaba. Nadie como él despreció el “inútil premio de la inmortalidad”, de que habla un poeta chino.
Pero cómo acallar, apaciguar mejor, no tantolas palabras como los silencios que se agolpan en el alma ante la ausente presencia del amigo, del maestro. Porque eso, maestro y amigo, por encima de todo, es Alberto. Es, en presente; no era o fue,en pretérito.
Releo entonces, en la silenciosa compañía de su ausencia, el volumen que recogió en 1984 sus columnas escritas en El Mundo. Y echo mano de conceptos míos de esa época que, porque séque Alberto los leyó en vida, son sinceros también hoy, tras su fallecimiento.
“Cuadro”, nombre de sus columnas que sirvió de título al volumen, no es una simple recopilación de artículosperiodísticos, sino una recreación, por la ardua selección, por el ordenamiento en capítulos con claras intenciones, por la configuración de ellos como libro. Se recopila para el recuerdo o para el olvido, paraalimentar la vanidad o la nostalgia. Alberto Aguirre es un eterno degollador de nostalgias y vanidades. Y una mente hecha de ascetismos intelectuales, que no da pábulo a inútiles frondosidades...No hay ni una sola línea de los “Cuadros” de Alberto Aguirre que no haya sido conscientemente escrita. Más que escrita, sufrida, paladeadamente sufrida… En la obra no hay fisuras ni infidelidades auna postura, a unos principios y criterios, a un enfoque de la vida y de las cosas. Uno puede no estar de acuerdo con él, pero debe reconocer que es macizo y no cae en contradicciones. Ni se adviertencansancios, rupturas y agotamientos en su labor periodística.
Hay otra virtud en Aguirre: el valor para decir la verdad. Aunque duela, a los demás y a él mismo. Siempre de frente, a ratos...
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