alcaldia
Gómez siempre echaba un vistazo alrededor de los presentes, y sobre todo era muy enamorado, por lo que su perrofiel, el Tarazona era consultado, continuamente, acerca de quién era aquella polla que estaba allá. Por supuesto que Tarazona le contestaba, esa es la mujer del boticario, o del bodeguero, o delmédico, etc. A lo que Gómez gesticulaba diciendo uhjum, volvía, repetidas veces a preguntar lo mismo, hasta que le daba una orden, dígale a esa joven que vaya de vacaciones para las Delicias, que la van abuscar, que se vaya con su marido y sus hijos, pero que tiene quien la lleve y la traiga, que no se preocupe.
Algunos se entusiasmaban porque el General Gómez los invitaba a vacacionar, pero su deleiteplacentero era cuando llegaban a su residencia. Todos tenían asignada su habitación conforme a sus intereses. La invitada especial o el epicentro de invitados, la mujer, dormiría en la habitacióncontigua a la de él. Por supuesto que todas las noches y de día la mujer no salía de la habitación por orden del General, quien la sometía a permanecer encerrada y a la disposición para la faena amorosaque Gómez le imponía.
De aquellas mujeres, casadas, solteras, jovencitas o como fuesen, eran las pollas a las que él llamo así, para que le quitaran los dolores. Si por casualidad el marido...
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