Alcoholismo

SIETE DIAS EN LA MONTAÑA.

“Tú eres especial y divino. Tu eres la medida de todas las cosas, tu construyes tu propio camino en base a la forma de pensar que decides escoger”

¡Tú y nadie mas que tu, eres quien tiene derecho a marcar la senda por donde quieras caminar!

Atrévete a soñar.

Introducción.

La experiencia de algunos años ofreciendo conferencias a muy diversos grupos depersonas en su propia búsqueda, me ha permitido observar la enorme necesidad que hoy tiene la sociedad en sus conjunto, pero muy en especial nuestros jóvenes, de que alguien les diga que hacer para encontrar el camino al logro de sus objetivos, si es que los tienen, y en caso contrario tratar de orientarlos en la difícil tarea de enfrentar su realidad y construir sus sueños.

Hay quienes afirmanque la nuestra, es una sociedad decadente: a ellos, me permitiría recordarles, que el Antiguo Egipto, Grecia, Roma y muchos de los grandes imperios, cada uno en su tiempo señalaron la urgencia de un cambio de actitudes, pues salvo las excepciones que confirman la regla, cuando no se aburrían en la inactividad, se embriagaban en grandes bacanales que marcaron el inicio de su caída.

Decualquier forma, la verdad ahí esta dentro de nosotros, esperando el momento en que seamos capaces de reconocernos en nuestra verdadera dimensión.

El presente libro, no pretende ser una obra filosófica ni una joya literaria, esta escrito en las palabras más sencillas que pude encontrar con el único interés de ayudar a otros soñadores como yo a descubrir el punto de partida hacia su éxito personal.ATREVETE A SOÑAR.

¡Ya basta!

No soporto un minuto más vivir así.
Si es cierto que existes, demuéstralo en este momento y que la tierra me trague; estoy cansado de todos y de todo, siempre la lucha, siempre la rutina; amanece, trabaja e intenta dormir.
¿Por qué no acabas con el tormento que representa mi vida?
¿Dónde estas?
¡Déjame ver tu cara!
Déjame gritarte de frente lo quesiento. Hace mucho que me estas negando todo y ahora he perdido hasta el derecho de llorar.
¡Óyeme!
Tal era mi grito desesperado mientras avanzaba cerro arriba, sin escuchar, si ver, sumido en una profunda depresión.
¿Por qué a mí, porqué yo?
Parece que la vida quisiera vengarse de todos sus dolores en una sola persona.
He destruido todo lo bueno que tenía, mi familia ya no existe, quésentido tiene ahora mi vida.
¿Estás ahí?
¡Responde!
¿Qué no me oyes?
¡Quiero escuchar tu voz!
Ya te busque en las religiones, en la iglesia, en muchas partes y el silencio ha sido mi respuesta, por favor dime, donde estas. Por lo menos déjame llorar.
El día avanzaba lentamente, la luz de la tarde me parecía un fantasma burlón que me recordaba mi soledad y hasta pareciera que el solme negaba su alegría.
Seguía caminando, conforme subía, me invadió una sensación de flacidez en todo el cuerpo, quizá porque la caminata empezaba a cobrar su cuota en el físico y además la descarga emocional que representó gritar mi pena a la montaña me dejó en un estado de vacío interior.
Ya no quería pensar, deseaba hundirme en el interior de mí mismo y dejar de existir para todo el mundo;principalmente par mí. Empezaron a pasar imágenes en mi mente a una velocidad increíble y en un instante recordé a mi madre a quien tantos dolores había causado desde el día en que abandoné el hogar; vi a mi padre cargado de años y de apenas en el ocaso de una larga vida; surgieron mis hijos con quienes tan pocos momentos había compartido; vi también figura humanas a quienes inconscientementehabía hecho daño; me vi a mí mismo atorado en una enorme telaraña construida a base de mentiras, descubrí mi enorme necesidad de apoyo y grité desesperado.
¡Ayúdame Señor!
Nada. Una vez más hubo silencio.
Ya no se como fue que la película mental termino con aquella cinta que poco me agradaba y que cuadro a cuadro me hacía lucir mas que como un tirano, como una víctima de mi inconsciencia e...