Ale mitri
¿Cómo hacer para dar con la verdadera felicidad?
En octubre de 2010, en Madrid se realizó el Primer Congreso Internacional de la Felicidad, organizado por El Instituto Coca-Cola de la Felicidad, donde se proponía escuchar a un grupo de los mejores expertos del mundos, que nos ayudarán a aprender un poco más de aquello que mueve nuestras vidas,es decir encontrar de la “receta” de la felicidad.
Lo que resulta más llamativo es que mientras Coca-Cola mantiene en secreto la fórmula de la conocida bebida, se propone a encontrar y divulgar la fórmula de algo tan personal como es la felicidad.
Supongamos que el Ministerio cocacólico descubre finalmente la fórmula tan buscada, y ofrece su receta a aquellos gobiernos que debido a distintosfactores, lidian con ciudadanos quejosos. La compañía productora de gaseosa enviaría a esos países sus equipos de profesionales para que inoculen a los ciudadanos con el virus de la felicidad descubierto y de pronto todas las personas están tan felices que no les importa lo hagan sus gobiernos. Todo esto suena a fantasía pero fue una propuesta del Congreso Internacional realizado en Madrid.
Lainvitación por parte del Ministerio de la Felicidad hacia los expertos, encierra una propuesta ideológica, la cual sostiene que la felicidad es una meta alcanzar, que hay quienes conocen el secreto y que solo es necesario acercarse a ellos para conseguirla.
Tú decides, porque eres libre y feliz. No son los títulos que ostentas los que definen lo esencial de tu ser, si no las actitudes con las que vivesy también como consecuencia de esto serás feliz.
“La felicidad no es un objetivo, no es un derecho, ni un deber. Es una consecuencia, es el viaje, el proceso de vivir el aquí y ahora con responsabilidad hacia la persona que somos y hacia nuestro mundo”.
Pero sin embargo, a las personas le generan mayor interés las propuestas de fórmulas, porque como dice Soler (pensador catalán) “Es más fácilser infeliz que feliz. La felicidad pide esfuerzo, disciplina y una elección de actitud diaria”. Y en un mundo donde reina la falta de sentido, la ansiedad y la dificultad para mantener el equilibrio, muchas personas buscan respuestas hechas, sin realizar ningún tipo de esfuerzo, y esas respuestas muchas personas las buscan en los consultorios.
Las personas quieren ser felices, pero como noalcanza solo con quererlo, la mayoría no lo es. No quieren ir por el camino que la vida propone, si no por el atajo, aunque no sepan adónde conduce.
Hace tiempo tanto Viktor Frankl como Carl Jung coincidieron en que la mayoría de los pacientes que acuden a consultas psicoterapéuticas lo hacen por temas filosóficos, por la angustia existencial, del sinsentido en el que se han empantanado sus vidas.
Lamayoría de las personas se resiste a saber quién es y para que está aquí, pide que le resuelva n este tema con una pastilla.
En una cultura en la que no se admite la frustración, la imposibilidad, el esfuerzo como herramienta para el logro, donde no se brinda el tiempo necesario al cumplimiento de los procesos y en la que se procura negar el dolor siempre habrá una excusa para buscar el bienestaren una pastilla.
En la sociedad de las certezas, hay herramientas existenciales que son despreciadas u olvidadas, ellas son la intuición, el asombro, la captación de las sincronicidades y la confianza básica. Las personas que afinan y templan estas herramientas suelen ser las que cuando miran sus propias vidas, encuentran que la felicidad es una consecuencia de esas vidas y saben agradecer porlos momentos en la que la tuvieron.
“La vida no es una enfermedad”, pero parece que fuera cuando se hace necesario tomar pastillas para fenómenos existenciales que los seres humanos han experimentado desde que existen.
Vivimos en una era de ruido constante de cháchara ridícula para impedirnos pensar, mirar el rostro de la realidad y aceptarlo. Solo quien sabe enfrentarse al vacío y asumirlo...
Regístrate para leer el documento completo.