Alejandra Ramírez López

“Pescando suerte”

Martin vive en la Isla de San Andrés, y como muchos de los isleños, se ha dedicado a la pesca artesanal gran parte de su vida, al igual que lo hizo su padre y su abuelo. La subsistencia de él, su esposa y sus cuatro hijos depende de su actividad laboral, que realiza alrededor del cayo de Quitasueño, extrayendo langostas, caracol y pescado.

El 19 de Noviembre de 2012, comotodos los días, Martin se levanta a las siete de la mañana a laboral con su pequeña lancha, la cual había pertenecido a su padre, que desafortunadamente había fallecido diez años atrás. Sin embargo, al reunirse con sus demás compañeros se entera del tan aclamado “Fallo de la Haya”, en el cual la Corte Internacional de Justicia, luego de varios años de estudio de la disputa existente entre loslímites marítimos pertenecientes a Colombia y Nicaragua, había tomado una decisión. Con disgusto y angustia se enteró que a partir de ese momento aquellos sitios donde desde pequeño había navegado, estarían restringidos, y peor aún, su sustento y el de su familia estaría en riesgo dadas las complicaciones en las que tendría que incurrir para proseguir con su actividad laboral.

Indagando alternativas ydespués de escuchar las posiciones del gobierno al respecto, en las cuales se decidió que solo sería aplicable el fallo a través de un tratado internacional, sintió mayor tranquilidad. Sin embargo, Nicaragua haciendo caso omiso a este llamado por parte del gobierno colombiano y bajo el respaldo de la CIJ en las nuevas zonas marítimas otorgadas, despojó a varios de los pescadores de sus lanchas enlas semanas siguientes al fallo, generando una contradicción con los argumentos declarados por el Presidente y su cuerpo administrativo, y la normatividad constitucional sobre la soberanía de Colombia en potestad de su territorio.

Pablo, el mejor amigo de Martin, que estudió tres semestres de derecho en Barranquilla, en la Universidad del Norte, es incrédulo frente al tema. Para él, San Andrésya es nicaraguense: “Hermano, no vez que nosotros ratificamos el tratado de Bogotá por medio de una ley ordinaria. Ese fallo tiene efectos sobre nosotros, el resto es puro pataleo. No es el tratado la fuente de derecho que importa, es el mismo fallo, porque Colombia suscribió un tratado intrenacional que valida esas decisiones de las cortes intrenacionales con anterioridad. Si eso es una leyordinaria eso implica que la CIJ manda aquí, manda aquí. Eso se llama bloque de constitucionalidad strito sensu, para que véas”. Además, Pablo dice que hay varias sentencias de la Corte Constitucional que mencionan la validez de esos tratados, lo que ratifica que el fallo y su validez no tienen vuelta de hoja. La vida de Martin ha cambiado para siempre.

Meses después, Martin encuentra una granoportunidad para proseguir con su labor, la “Pesquera Nica”, una multinacional pesquera ubicada en la isla que exporta productos a la hermana nación de Nicaragua, le ofrece firmar un contrato de prestación de servicios, en el cual por medio de la proporción de permisos especiales por parte del Estado nicaragüense, pudiera desarrollar sus actividades laborales en las aguas en disputa y extraer losmariscos de la zona, con la condición de vender exclusivamente lo que recaudara a esta empresa.

Martin, aliviado y sin pensarlo dos veces, firma este contrato, para así emprender de nuevo su labor. Después de un mes, se encuentra en una posición compleja, dado que la mayor parte de sus compañeros pescadores que se negaban a “traicionar a la patria” con este tipo de negocios, empezaban a sentir recelode su situación y afloraban, además, tanto los sentimientos xenofóbicos por los empresarios y ciudadanos nicaragüenses residentes en la isla, como el nacionalismo a flor de piel con el que reclamaban como injusto el hecho de tener que restringirse de sus lugares de trabajo pertenecientes a su nación, después de haber realizado sus labores durante décadas en la misma zona. Todo lo anterior,...