Alejandro magno
Sin embargo, la muerte de Filipo alentó las sublevaciones de algunos pueblos ilirios yde varios estados griegos que podían arruinar la hegemonía macedonia en Grecia (se pensaba que el joven Alejandro sería incapaz de estar a la altura de las circunstancias). Pero el joven rey, moviéndose con gran rapidez, en pleno invierno de 336 y a pesar de las amenazas que se cernían sobre las fronteras septentrionales del reino, entró en Tesalia y se hizo elegir arconte de la Confederacióntesalia, luego reunió el Consejo anfictiónico de Delfos y aseguró su dominio en Grecia central y, finalmente, fue nombrado en Corinto estratego con plenos poderes por el Consejo de la Liga de Corinto y, por tanto, comandante de los ejércitos panhelénicos que habrían de luchar en Asia contra el imperio persa.
De regreso a Macedonia, en la primavera de 335, Alejandro emprendió una expedición contralos pueblos ilirios que se preparaban a invadir Macedonia. Los derrotó obligándoles a aceptar el predominio de Macedonia y a pagar tributos. Con todo, no pudo explotar completamente sus éxitos en el Norte a causa del estallido de una revuelta en Grecia fomentada por Tebas y Atenas y generosamente financiada por el dinero persa. Desde Iliria a marchas forzadas Alejandro se presentó ante Tebas,mientras los atenienses, aterrorizados, se mantuvieron quietos, aunque se habían comprometido a ayudar a los tebanos (obtuvieron luego el perdón de Alejandro). Tebas fue tomada al asalto, los varones adultos fueron pasados por las armas, las mujeres y niños esclavizados y la ciudad arrasada. Las victorias en el Norte y la destrucción de Tebas acabaron con toda la agitación antimacedonia por lo que, trasdos años de luchas (336-335), la situación era propicia para emprender la campaña contra Persia.
Alejandro desembarcó en Asia en la primavera de 334 al mando de unos cuarenta mil hombres de los que menos de la mitad eran macedonios. El ejército comprendía doce mil infantes macedonios (con seis regimientos de falangitas –cada uno de los cuales contaba con mil quinientos hombres- y tres milhipaspistas, batallones de elite, en los que se incluía también la guardia real o agema – consúltese capítulo anterior), mil ochocientos jinetes de los Compañeros (hetairoi), además de novecientos infantes ligeros del interior de Macedonia, seis o siete mil de las tribus del norte (epirotas, ilirios, tríbalos, peonios y tracios); mil ochocientos jinetes tesalios; cinco mil mercenarios griegos, sobretodo etolios y acarnanios, y un contingente relativamente pequeño de la Liga de Corinto, siete mil hoplitas y seiscientos jinetes, lo que muestra probablemente del escaso entusiasmo que despertaba en Grecia la expedición de Alejandro. A todos ellos hay que añadir la flota con ciento setenta trirremes y unos cuarenta mil hombres entre remeros y hoplitas de las naves. A Alejandro se le unieron los...
Regístrate para leer el documento completo.